La Carta de Inversiones 2023 constituye un gran paso adelante para Marruecos, ya que ofrece un marco renovado y atractivo para los inversores. Marca un punto de inflexión en la financiación del crecimiento empresarial, fortaleciendo el atractivo económico del país y sentando las bases para un desarrollo inclusivo y sostenible.
Financiar el crecimiento empresarial sigue siendo crucial para el desarrollo económico de Marruecos. La Carta de Inversiones, revisada en 2023, ofrece un marco regulatorio e incentivos atractivos para los inversores nacionales e internacionales. Esta nueva versión marca un paso importante, fortaleciendo el atractivo de Marruecos e impulsando su tejido económico.
Desde su introducción en 1995, la Carta ha evolucionado para adaptarse a las necesidades cambiantes de la economía nacional. La revisión de 2023 trae importantes mejoras que responden a los desafíos actuales y futuros del país, incluidos nuevos incentivos fiscales y financieros.
Un ramo de contribuciones
Las exenciones fiscales ampliadas son particularmente beneficiosas para las nuevas empresas. Ahora pueden beneficiarse de una exención del impuesto de sociedades durante cinco años, seguida de una tasa reducida durante los cinco años siguientes, lo que permite reinvertir las ganancias en su expansión para lograr un crecimiento sostenible. Se asignan mayores subsidios a sectores prioritarios como la energía renovable, la agroindustria y la tecnología de la información, fortaleciendo su competitividad internacional.
La nueva carta también introduce medidas de apoyo financiero y técnico para las PYME, facilitando su acceso a la financiación y estimulando la innovación. La simplificación y digitalización de los procedimientos administrativos también representa un gran paso adelante. Los inversores ahora pueden realizar sus trámites a través de plataformas en línea, reduciendo significativamente tiempos y costos.
Así, crear una empresa en Marruecos es más rápido y menos burocrático gracias a la reducción de los trámites y a una mayor digitalización. Otro aspecto importante es la promoción de asociaciones público-privadas (APP), que permiten movilizar recursos financieros y habilidades técnicas del sector privado para llevar a cabo proyectos de infraestructura y desarrollo económico a gran escala. Las APP ofrecen varias ventajas, incluida la distribución de riesgos financieros y operativos entre socios públicos y privados, y el acceso a fuentes adicionales de financiamiento para proyectos que requieren inversiones significativas.
Beneficios económicos significativos
El impacto de la Carta de Inversiones en la economía marroquí ya es visible en varios sectores clave. En la industria automotriz, por ejemplo, Marruecos se ha convertido en un centro regional para la producción y exportación de vehículos, lo que atrae a inversores de renombre mundial. Asimismo, la creación de zonas francas dedicadas a las tecnologías de la información ha atraído a numerosas empresas internacionales, impulsando el desarrollo de un ecosistema tecnológico dinámico. En el sector de las energías renovables, Marruecos se ha consolidado como líder regional, en gran parte gracias a los incentivos de la Carta.
Un impacto inclusivo y duradero
La nueva Carta de Inversiones incorpora un enfoque holístico e inclusivo, destinado a promover la competitividad económica de Marruecos garantizando al mismo tiempo un crecimiento sostenible. Es una continuación de los objetivos de desarrollo socioeconómico establecidos por el Reino, complementando reformas modernas como la visión 2035 del Nuevo Modelo de Desarrollo. Con la inversión como lema, esta nueva hoja de ruta pretende mejorar el clima empresarial y promover la buena gobernanza. También pretende poner en marcha los mecanismos necesarios para financiar los grandes proyectos del Estado social, integrando los aspectos humanos, territoriales y económicos.
Hacia un futuro prometedor
Marruecos registra una de las tasas de inversión más altas del mundo, alcanzando el 30% del producto interior bruto (PIB), frente a una media mundial del 20%. Sin embargo, esta inversión, apoyada principalmente por el Estado, carece de eficiencia. La nueva Carta de Inversiones pretende revertir esta tendencia fomentando una mayor participación del sector privado.
De aquí a 2026, el gobierno pretende movilizar 500 mil millones de dírhams en inversiones privadas y crear 500 000 puestos de trabajo, basándose en esta carta y con el apoyo de la participación de los sectores privado y bancario. Esta dinámica es esencial para alcanzar una proporción de dos tercios de inversión privada frente a un tercio de inversión pública de aquí a 2035.
Sanae Raqui / Inspiraciones ECO
