Fin de la bajada del IVA para una nueva instalación, aumento del coste de los materiales, contadores inteligentes o incluso falta de luz solar este año: todo parece confluir para reducir la eficiencia de sus paneles fotovoltaicos. Aunque sigue siendo interesante tener uno, ahora hay que pensar en nuevos sistemas para seguir ahorrando dinero y recuperar rápidamente la inversión.
La solución hoy parece pasar por la instalación de baterías para almacenar la energía producida por los paneles. Baterías más eficientes y económicas que hace unos años, y que incluso permiten conectarlas a otros dispositivos de la casa. Por ejemplo, la startup bruselense WANIT ha diseñado y desarrollado una solución que consiste en almacenar la energía producida por los particulares gracias a sus paneles fotovoltaicos en primer lugar en agua caliente sanitaria, pudiendo almacenar el exceso de energía en una pequeña batería. “Este sistema es mucho más económico y rentable que las soluciones de almacenamiento tradicionales porque promueve el 100% del autoconsumo gracias a su inteligencia embarcada. Durante la última exposición de Batibouw, WANIT ganó el trofeo de Innovación de Producto por esta innovación otorgado por el jurado de los Premios Belgas de la Construcción, un gran reconocimiento de la industria de la construcción.”, anuncia la empresa.
”Las instalaciones fotovoltaicas clásicas suelen estar sobredimensionadas. La simultaneidad entre producción y consumo de electricidad es del orden del 30%, lo que equivale a decir que una parte importante de la energía solar doméstica debe ser reinyectada a la red en lugar de ser rentabilizada directamente por quien la produce”, explica Christian Bayet, fundador y director ejecutivo de WANIT.
Por tanto, las soluciones del futuro pasan por este tipo de soluciones que permiten funcionar de forma independiente durante gran parte del año. “La solución WANIT permite consumir hasta el 100% de la energía solar producida: primero para la producción de agua caliente sanitaria y luego para una parte de las necesidades eléctricas domésticas, gracias a la instalación de una batería compacta (de 3 a 5 kWh). . El ahorro estimado en la factura energética de un hogar medio ronda los 800 y 1.000 euros al año. Dado el coste relativamente limitado de la inversión, el periodo de amortización de la instalación varía entre cinco y seis años dependiendo de las configuraciones.”, añade la startup.
