Esta vez, se debe al feriado GST de Justin Trudeau sobre ciertos artículos como cerveza o videojuegos.
Ya me parece indecente que un gobierno extienda su vida ofreciendo un regalo de Navidad a los votantes… del brazo de los contribuyentes.
No quiero oír más a los liberales de Trudeau denunciando el populismo de los conservadores de Pierre Poilievre. ¡Acaban de demostrar que son tan buenos como ellos en este ámbito!
Además, hoy nos damos cuenta de que la moratoria fiscal de Trudeau pondrá a los comerciantes de Quebec en desventaja en comparación con los de Ontario. ¡El Outaouais está restringido debido a su ubicación fronteriza!
Esto se debe a que en la provincia de Doug Ford, los impuestos federales y provinciales sobre productos y servicios están armonizados desde 2010. La moratoria fiscal de Trudeau tendrá por tanto el efecto de suspender completamente este impuesto armonizado sobre las ventas (HST) del 13 %.
La situación es diferente en Quebec, donde el impuesto provincial sobre las ventas del 10% sigue en vigor. Y todo indica que seguirá siéndolo: dada la precaria situación de las finanzas de Quebec, hay pocas posibilidades de que el gobierno Legault siga a Justin Trudeau en su generosidad electoral.
Y eso lo cambia todo. Muchos quebequenses que viven en Gatineau o Outaouais ya no dudan en cruzar los puentes hacia Ontario para aprovechar una exigua diferencia de 10 céntimos por litro de gasolina.
Puedes estar seguro de que muchos de ellos harán el mismo viaje de ida y vuelta a Ontario para evitar pagar el 10% QST en patatas fritas, ropa o comida en un restaurante…
El feriado GST de Justin Trudeau parece un cáliz envenenado para muchos comerciantes y restauradores de Outaouais.
La presidenta del Regroupement des gens d’affaires, Pascale de Montigny-Gauthier, deploró la situación el lunes en varios foros. Por mucho que sus miembros de Ontario aplaudan la exención fiscal de Trudeau, sus miembros de Quebec están preocupados por sus consecuencias en sus ventas de la temporada navideña.
El presidente de la RGA atenúa esto diciendo que los consumidores son criaturas de hábitos. Y que muchos quebequenses seguirán comprando en las tiendas de Quebec a pesar de la moratoria fiscal más ventajosa en Ontario.
Sin embargo, en Outaouais tenemos la impresión de repetir los absurdos fronterizos de la antigua película.
Recuerde los días de COVID en los que Quebec y Ontario parecían incapaces de sincronizar las restricciones sanitarias. Hubo un tiempo en que Quebec cerró restaurantes, bares y gimnasios, mientras que en Ontario todo permanecía abierto. Fue surrealista…
Lo más molesto es ver a Justin Trudeau gastar miles de millones en una exención fiscal a corto plazo que tendrá poco impacto a largo plazo en la economía del país, según varios expertos entrevistados en los medios.
Visto desde el punto de vista de los Outaouais, es tanto más frustrante cuanto que el gobierno Legault, atrapado financieramente, acaba de imponer recortes de 90 millones de dólares a la CISSS de los Outaouais, que carece de recursos para atender adecuadamente a la población.
Quiero evitar caer en el populismo diciendo que los miles de millones federales se habrían invertido mejor en salud o en personas sin hogar. El hecho es que esta moratoria fiscal es suficiente para volver cínicos a los observadores de la escena política.