Para Willy Borsus, el objetivo es trabajar “progresivamente, empezando por las líneas más directas”. Según el liberal, el actual impuesto sobre sucesiones se transformaría en un “impuesto de transmisión”, citando un tipo de “por ejemplo el 5%”. La medida será objeto de negociación en un marco más global.
“Obviamente tendremos que compensar en otra parte”, añadió Vanessa Matz, en referencia a una reforma fiscal más amplia. En su opinión, la reducción del impuesto sobre sucesiones “no es una medida de derechas”. “Los grandes terratenientes ya se han arreglado solos antes”, observó.
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Actualmente, los impuestos sobre sucesiones son progresivos en Valonia con diferentes tipos en función de las cuantías y del grado de parentesco.
El tipo más bajo es el 3%, para importes inferiores a 12.500 euros en herencias entre cónyuges, convivientes y herederos en línea directa (hijos, nietos, padres, abuelos, etc.), podemos leer en la web de Finanzas del SPF. se fija en el 80%, para importes superiores a 75.000 euros sobre herencias, excluidos cónyuges, convivientes, hijos en línea directa, hermanos, tíos, tías, sobrinos y sobrinas.
Existen exenciones y reducciones. Así, el cónyuge supérstite o conviviente legal se beneficia de una exención total sobre la parte neta percibida en el edificio que servía de residencia principal del causante, si había vivido en él durante al menos cinco años en la fecha de su fallecimiento.
Los impuestos sobre sucesiones aportan cada año 800 millones de euros al presupuesto valón.
