En primera clase nos gustaría tener más privacidad, mientras que en segunda clase nos gustaría más espacio para grupos. De todas partes se pide más espacio para el equipaje y las bicicletas. Bueno, todos los deseos de los viajeros están a punto de cumplirse para… finales de la década de 2030.
La SBB presentó el martes sus trenes del futuro instalando a los visitantes en un modelo de madera de tamaño natural. Pudieron probar los nuevos asientos y empaparse de la atmósfera de los vagones del mañana gracias a un casco de realidad virtual. “Cada viajero tiene expectativas específicas en cuanto a comodidad se refiere. Queremos satisfacer a todos nuestros clientes”, explicó Christian Frisch, jefe de desarrollo de material rodante. Para llevar a cabo su renovación interior, el CFF se basó en los resultados de una encuesta realizada entre 1.500 personas para comprender mejor las necesidades.
¿Y eso qué aporta? En primer lugar, no más asientos enfrentados, cuya “disposición ya no responde a las necesidades actuales”. Preferiríamos “puntos de encuentro” más agradables, donde los asientos estuvieran construidos como sofás, articulados alrededor de una mesa. “Agradará especialmente a grupos de dos o tres personas”, se alegra Christian Frisch. En el lado de primera clase, algunos asientos podrían equiparse con puertas correderas para mayor discreción.
Se rediseñarán los espacios para bicicletas, así como los de equipaje. Y, como guinda del pastel, puede ser sin duda el fin de los insoportables enchufes encima de los asientos: “Es cierto que tener un cable colgando delante de la cara todo el tiempo no es lo ideal », reconoce Christian Frisch. Sólo nos queda esperar unos años para poner a prueba todas estas novedades.
¿Menos asientos para bicicletas?
“Los clientes necesitan transportar sus bicicletas o su colchoneta de escalada. Debemos asegurarnos de que los trenes respondan a estas diferentes necesidades”, explica Christian Frisch ante el micrófono de RTS. Pero esta flexibilidad de espacios en los vagones podría reducir el número de asientos disponibles. Sin embargo, el director de desarrollo quiere ser tranquilizador: “Si no proporcionamos espacios exclusivos para el equipaje, los clientes ocuparán asientos para sus pertenencias. No ofreceremos menos asientos, nos aseguraremos de que estos asientos no estén abarrotados de maletas y bicicletas.