La aerolínea estadounidense de bajo coste Spirit Airlines, que atraviesa dificultades financieras desde hace varios meses, anunció el lunes que se declarará en quiebra en el marco de un acuerdo de reestructuración con sus acreedores.
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18 de noviembre de 2024 – 13.02 h
(Keystone-ATS) Spirit Airlines indicó en un comunicado que había llegado a un acuerdo con la mayoría de sus acreedores para reducir su deuda, en particular mediante la inyección de 350 millones de dólares de los acreedores existentes.
En este contexto, Spirit se declaró en quiebra mediante un proceso simplificado según la ley de quiebras estadounidense (conocida como Capítulo 11). La compañía tiene intención de seguir operando durante todo este proceso, y especifica que sus clientes podrán seguir reservando y volando sin interrupciones.
Spirit también explica que espera dejar de cotizar “en el corto plazo” de la Bolsa de Nueva York, sin especificar una fecha precisa. Sus acciones han caído casi un 90% durante el año pasado.
El grupo Dania Beach (Florida), que registró once trimestres consecutivos de pérdidas en agosto, indicó hace unos días que no podría publicar sus resultados del tercer trimestre de 2024.
En abril, el grupo anunció que pospondría cinco años la entrega del Airbus 320Neo, que debía recibir a finales de 2026, con el fin de mejorar su liquidez en unos 350 millones de dólares en los próximos dos años.
Además de la decisión de posponer estas entregas, la empresa había tomado varias medidas de ahorro, entre ellas congelar la contratación de pilotos y asistentes de vuelo, así como recurrir al desempleo técnico.
Spirit había aumentado su capacidad y participación de mercado en el transporte aéreo después de Covid, pero la compañía enfrentó una mayor competencia de otras aerolíneas, lo que resultó en demasiada oferta.
En 2022, su competidor Frontier Airlines intentó fusionarse con ella, una operación de 2.900 millones de dólares, antes de que el grupo JetBlue hiciera una oferta más alta.
Sin embargo, en marzo, JetBlue anunció que abandonaba esta adquisición, pocas semanas después de una decisión judicial desfavorable, ya que el Departamento de Justicia de Estados Unidos obtuvo de un juez federal que bloqueara la operación.
La unión de JetBlue y Spirit habría formado el quinto actor del transporte aéreo en Estados Unidos.