En su enfrentamiento con Bruselas, Meta hace una concesión: sus redes sociales Facebook e Instagram ofrecerán a sus usuarios la posibilidad de visualizar “anuncios menos personalizados”, anunció la compañía el martes 12 de noviembre. Los reguladores europeos llevan muchos meses exigiendo que la empresa solicite el consentimiento de los usuarios de Internet antes de mostrarles publicidad dirigida basada en sus datos personales. Y, en caso de negativa, ofrecerles una opción gratuita con publicidad no dirigida, a lo que Meta se ha negado hasta ahora.
En concreto, la nueva opción se ofrecerá a los usuarios de las dos redes sociales. “en las próximas semanas”con un mensaje de notificación que ofrece una opción. “Estos anuncios menos personalizados dependen de menos datos, por lo que mostraremos anuncios basados únicamente en el contexto, es decir, en el contenido visto por una persona durante una visita a Facebook o Instagram, y en una cantidad mínima de datos, incluida la edad de la persona. , ubicación, género y cómo interactúan con los anuncios”, explica la empresa.
Sin ocultar su preferencia por la publicidad dirigida, Meta advierte que “Los anuncios serán así menos relevantes y adaptados a los intereses de los usuarios, quienes verán anuncios que consideran menos interesantes”.
Déficit
Sobre todo, Meta advierte que esta opción irá acompañada de “pausas publicitarias”, OMS “no puede ser interrumpido por unos segundos”. Al igual que los anuncios de televisión, estos formatos “son comunes en otras plataformas”justifica Meta, en alusión a YouTube en particular. Esta evolución pretende compensar el menor valor económico de los anuncios menos dirigidos y vendidos a menor precio a los anunciantes. Permitir que los usuarios europeos opten por no recibir publicidad dirigida, que es el corazón del modelo de negocio de Meta, podría resultar en una pérdida de ingresos.
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Para evitarlo, la empresa de Mark Zuckerberg tuvo la idea, en 2023, de ofrecer una versión sin publicidad pero accesible únicamente mediante suscripción, no de forma gratuita. Esto provocó críticas por parte de las asociaciones de consumidores, acusando a Meta de cobrar por la privacidad. La Comisión Europea también abrió una investigación en julio, al considerar que esta suscripción constituía una infracción de la legislación sobre mercados digitales – o Digital Markets Act (DMA).
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