UNA HORA EN LA OFICINA – Cada lunes, un líder abre su puerta a Fígaro. Es el turno de Sébastien Kuperfis, presidente de Junot.
A veces sucede que, contrariamente a la creencia popular, los zapateros también son los mejor calzados. Es el caso de Sébastien Kuperfis, al frente de la empresa familiar inmobiliaria de lujo Junot. Como buen agente inmobiliario, supo encontrar el entorno adecuado para encarnar su marca y montar sus equipos: una casa familiar, situada en una calle privada sin salida junto a la muy elegante Avenue Junot, en las alturas de la Butte Montmartre.
Lujo, calma y discreción.
El dirigente vivió durante cuarenta y dos años en esta avenida, en cinco números diferentes. Esto muestra si la “dirección” tiene algún significado. Se instaló hace unos diez años en esta pintoresca calle sin salida -que tiene un falso aire de Downing Street en Londres-, con una veintena de colaboradores. « Es una casa que estuvo ocupada por una gran familia francesa.especifica Sébastien Kuperfis. Esta propiedad corresponde totalmente a la imagen de Junot. : lujo, calma y discreción. » La fachada de ladrillo…
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