El grupo alemán Siemens ganó la licitación para fabricar los trenes de la primera línea de alta velocidad en Estados Unidos, prevista para 2028 entre Las Vegas y las puertas de Los Ángeles.
Frente a la francesa Alstom, será el grupo alemán Siemens el que suministrará la primera línea de alta velocidad en Estados Unidos que conectará Las Vegas y Los Ángeles en 2028. En un comunicado de prensa, Brightline, el diseñador del proyecto, anunció que Siemens Mobility ha sido encargada de construir una “flota de diez trenes” que circulará en la inauguración de este futuro tramo de 350 km. El importe de la transacción aún no se ha concretado, dijo Siemens.
Estos “primeros trenes de alta velocidad construidos en Estados Unidos” prometen conectar Rancho Cucamonga, cerca de Los Ángeles (California), con Las Vegas (Nevada) en poco más de dos horas, frente al doble que por carretera, y deberían transportar 11 millones. pasajeros por año. La apertura de esta nueva línea para 2028, año en el que Los Ángeles acogerá los Juegos Olímpicos, fue anunciada a bombo y platillo en diciembre por el presidente estadounidense Joe Biden, que cuenta con el ferrocarril para reducir el impacto climático del transporte, en un país donde el coche individual sigue siendo hegemónico.
Sólo la futura conexión entre Los Ángeles y Las Vegas “eliminará 3 millones de vehículos de la autopista” que conecta las dos ciudades, según Joe Biden. El Estado federal debe aportar 3.000 millones de dólares de los 12.000 millones destinados al proyecto. Los trenes de Siemens, denominados “American Pioneer 220”, estarán diseñados “especialmente para el mercado americano”, y se basarán en una “cadena de suministro americana”, según Siemens, que prevé abrir una nueva fábrica en el país. Deben alcanzar una velocidad comercial de 320 km/h.
Decepción en Alstom
“Estamos decepcionados”, comentó en un comunicado el grupo Alstom, que se había posicionado en este mercado. El fabricante francés, sin embargo, dijo que estaba “listo para aprovechar las oportunidades futuras para hacer avanzar los trenes de alta velocidad en Estados Unidos”. Ya está construyendo los trenes Avelia Liberty, TGV que se utilizarán en la línea entre Boston y Washington, donde los trenes no pueden superar los 240 km/h, lo que impide técnicamente que se pueda considerar una línea de alta velocidad.
La administración Obama encargó estos trenes en 2016, que aún no han sido entregados, a la espera de la certificación de la autoridad estadounidense de seguridad ferroviaria. El proceso ha avanzado, asegura Alstom, que afirma haber construido ya 13 de los 28 trenes encargados. El Gobierno Biden invertirá un total de 30.000 millones de dólares (28.000 millones de euros) en el desarrollo de la red ferroviaria en Estados Unidos, con el objetivo de duplicar el número de pasajeros de los trenes estadounidenses de aquí a 2040.
En California, desde 2015 se está construyendo una línea de alta velocidad que conectará, en particular, Los Ángeles con San Francisco. El primer tramo se inaugurará a principios de la década de 2030. En Florida, Brightline ya opera desde 2018 un tren relativamente rápido -con picos de 200 km/h-, cuyo material rodante fue suministrado por Siemens.
Los grandes proyectos de infraestructura en Estados Unidos requieren que las empresas integren una proporción cada vez mayor de la producción en el país, particularmente desde la entrada en vigor de la Ley de Reducción de la Inflación en 2022.
