La inflación repuntó en marzo en Estados Unidos, según el índice PCE, favorecido por el banco central estadounidense, la Reserva Federal, y publicado pocos días antes de su próxima reunión, lo que debería animarle a permanecer cauteloso antes de empezar a bajar los tipos.
(GETTY IMAGES NORTEAMÉRICA/ORLANDO RAMÍREZ)
Los aumentos de precios se aceleraron hasta el 2,7% interanual en marzo, en comparación con el 2,5% en febrero, según el índice PCE publicado el viernes por el Departamento de Comercio.
Los analistas esperaban una aceleración de sólo el 2,6%, según el consenso de Market Watch.
Sin embargo, en tan sólo un mes, la inflación se mantuvo estable en el 0,3% como se esperaba.
La llamada inflación básica, que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, también se mantiene estable, también en el 0,3% en un mes y en el 2,8% en un año.
Los ingresos de los hogares registraron un crecimiento más fuerte en marzo que en febrero, +0,5% frente al +0,3%. Pero el aumento del gasto se mantuvo igual, un +0,8% en un mes.
Estas cifras indican “que la economía continúa desarrollándose y que la inflación es alta”, comenta Rubeela Farooqi, economista jefe de High Frequency Economics.
El índice de inflación PCE es el que el banco central americano (Fed) quiere reducir hasta el 2%. Este repunte debería alentar la paciencia y mantener sus tipos “por más tiempo” en su nivel actual del 5,25-5,50%, el más alto en más de 20 años, para evitar que los precios se disparen nuevamente, añade el economista.
– Septiembre, incluso noviembre –
Otra medida de la inflación, el índice IPC, al que se indexan las pensiones en Estados Unidos, también siguió acelerándose el mes pasado, hasta el 3,5% en un año.
Esto llevó al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, a advertir que probablemente se necesitaría “más tiempo de lo esperado” para tener confianza en el retorno sostenible de la inflación hacia el objetivo del 2%.
Los mercados que hace unas semanas contaban con una primera reducción de tipos a partir de junio, ahora la esperan más para septiembre o incluso noviembre, según las estimaciones del grupo CME.
Sobre todo porque el mercado laboral sigue fuerte y la tasa de desempleo es muy baja, del 3,8% en marzo.
La Reserva Federal se reúne el martes y miércoles y los analistas estarán atentos a cualquier indicación que pueda dar sobre sus intenciones.
Sin embargo, el jueves apareció una cifra que demuestra que las acciones de la Reserva Federal para reducir la inflación no son en vano: la del crecimiento económico en el primer trimestre, que se desaceleró significativamente.
Con un 1,6% a tasa anualizada, frente al 3,4% en el cuarto trimestre de 2023, el crecimiento del producto interior bruto (PIB) incluso cayó a su nivel más bajo en casi dos años, después de un año 2023 que, sin embargo, había superado todas las esperanzas.
Esto podría ayudar a inclinar el equilibrio de la Reserva Federal en la otra dirección y convencerla de que tampoco espere demasiado antes de comenzar a bajar las tasas. Porque si actúa demasiado tarde, la economía y, por tanto, el empleo podrían verse perjudicados.
