Tavares y Mbappé: la ley de la oferta y la demanda

Tavares y Mbappé: la ley de la oferta y la demanda
Descriptive text here
-

No es la primera vez que la opinión pública se ofende, de forma artificial y demagógica, por los salarios de los grandes jefes o de las estrellas del fútbol. Al enterarse de que Carlos Tavares, el gran jefe del grupo automovilístico Stellantis, iba a recibir una remuneración anual de 36 millones de euros, algunos se quejaron.

El polémico salario del jefe de Stellantis validado por más de dos tercios de los accionistas

Sin embargo, en una economía de mercado esto no es sorprendente. Gracias a su visión, Tavares permitió a su empresa resurgir de sus cenizas y lograr una alianza improbable entre, en particular, las marcas Peugeot, Citroën y Fiat-Chrysler. Stellantis registró un beneficio de dieciocho mil millones de euros. Por tanto, es lógico que su director general sea recompensado contractualmente por su estrategia. Al fin y al cabo, Kylian Mbappé, cuyo salario es de 72 millones de euros al año, recibe, del mismo modo, los dividendos de su talento con el balón.

Curiosamente, los ceros en los contratos de los jugadores de fútbol son más apreciados por el público en general que los de los expertos financieros. En cualquier caso, están vinculados al rendimiento. Dotado sobre el terreno de juego, Mbappé ayuda al PSG a ganar a nivel deportivo, por supuesto, pero también a nivel empresarial (patrocinio, merchandising, venta de entradas, derechos televisivos).

Duración del contrato, salario y bonificación por fichaje: la prensa española desvela el detrás de escena del traspaso de Kylian Mbappé al Real Madrid

Tavares, talentoso en fusiones y adquisiciones, ayuda a Stellantis a ganar participación de mercado a nivel mundial.

Al llegar, con los números en la mano, todos están allí. A esto se le llama la frágil ley de la oferta y la demanda. La que a veces remueve las conciencias.

-

PREV La UBS estudia una reforma de la gestión de activos para reducir costes, según fuentes
NEXT Deshonestidad y corrupción de mentes.