El ministro de Cultura de Italia, Gennaro Sangiuliano, renunció el viernes, involucrado en un romance con una influencer que filmó en secreto sus andanzas en los dorados salones del ministerio usando gafas inteligentes.
“Después de mucha reflexión, en estos días dolorosos (…) he decidido renunciar irrevocablemente a mi cargo de Ministro de Cultura”, escribió Sangiuliano a la primera ministra Giorgia Meloni en una carta publicada por su ministerio.
El Sr. Sangiuliano es el primer ministro del gobierno de la Sra. Meloni que dimite, y llega menos de dos semanas antes de la reunión de ministros de cultura de los países del G7 que tendrá lugar del 19 al 21 de septiembre y que Italia preside este año.
También anunció que se dirigirá al Ministerio Público para defender “su honor” y “demostrar mi absoluta transparencia y que he actuado correctamente”, sin precisar a quién se dirige su denuncia.
“Agradezco sinceramente a Gennaro Sangiuliano (…) por el extraordinario trabajo realizado hasta ahora, que ha permitido al gobierno italiano obtener importantes resultados en la recuperación y valorización del gran patrimonio cultural italiano”, reaccionó la Sra. Meloni en un comunicado de prensa.
El miércoles, en un intento por salvar su trabajo, Sangiuliano, de 62 años, sollozó y realizó un ejercicio de contrición que fue ampliamente ridiculizado en la prensa, explicando las circunstancias de su encuentro con Maria Rosaria Boccia, de 41 años, quien inundó las redes sociales con relatos de su relación.
“Se convirtió en una relación romántica” en mayo pasado, admitió, y dijo que la terminó “a finales de julio, principios de agosto”.
Maria Rosaria Boccia desató un escándalo al publicar a finales de agosto en Instagram su supuesto nombramiento como asesora del Ministro de Cultura para grandes eventos, algo que Sangiuliano se apresuró a desmentir.
La Sra. Boccia respondió publicando fotos de ella con el ministro en numerosos eventos públicos, correos electrónicos, tarjetas de embarque, etc.
A cada una de las declaraciones del ministro, un hombre casado que aparece en unas fotos publicadas por la señora Boccia sin su anillo de casado, la joven respondió debilitando cada día un poco más su defensa.
En la sincera entrevista que pronunció el miércoles, con los extractos bancarios en la mano, aseguró que había pagado personalmente todos los gastos relacionados con los distintos viajes de la señora Boccia con él y que no se había gastado ni un solo euro público.
“La primera persona a la que tengo que pedir disculpas, y ella es una persona excepcional, es a mi esposa”, dijo.
“También pido perdón a Giorgia Meloni que confió en mí por la vergüenza que le causé a ella y al gobierno”, agregó, contando aún en ese momento con el apoyo de sus compañeros.
Su sucesor es Alessandro Giuli, presidente de la Fundación MAXXI, el Museo Nacional de Artes del Siglo XXI.
“Se merecía este puesto, es una persona muy competente. Lo siento mucho”, declaró Boccia en una entrevista con el canal de televisión La7 el viernes por la noche tras conocerse la dimisión de Sangiuliano.
“No tengo miedo de una investigación porque dije la verdad”, añadió en referencia a la denuncia presentada por Sangiuliano, afirmando que no había “espiado al ministro porque trabajé con el ministro”.
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