RYanair amenazó el miércoles con cerrar su base en Burdeos si el aeropuerto persistía en exigir un aumento de las tarifas, un conflicto que pone en riesgo 120 puestos de trabajo, según un sindicato.
“El aeropuerto quiere duplicar nuestras tarifas y nosotros no queremos pagar” por ello, declaró a la AFP el director de la aerolínea irlandesa de bajo coste, Michael O’Leary.
“Existe un riesgo real de que cerremos nuestra base en Burdeos, quizás al final de la temporada de verano”, añadió O’Leary al margen de una cumbre de ejecutivos de compañías aéreas en Bruselas.
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“Tres de nuestros aviones tienen su base allí, nuestras operaciones funcionan muy bien y tenemos muchos buenos empleados allí. Pero si la respuesta del aeropuerto es pedirnos que paguemos el doble, la respuesta es no. Pondremos nuestros aviones en otros lugares”, insistió O’Leary.
Por su parte, el aeropuerto dijo “lamenta[r] que Ryanair informó a sus empleados, sin consultar previamente al aeropuerto de Burdeos, de la posibilidad de cerrar su base, ya que es igualmente lamentable que Ryanair y sus directivos se permitan hacer declaraciones públicas totalmente erróneas sobre el nivel de las tasas aeroportuarias.
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“A pesar del actual nerviosismo de Ryanair, el aeropuerto de Burdeos mantiene la calma en el sentido de que Ryanair no pondrá fin a una asociación de 14 años sin tener en cuenta sus obligaciones contractuales y el trato adecuado a sus empleados y subcontratistas”, añadió la instalación en un comunicado enviado a la AFP. .
El martes, la sección de Ryanair del Sindicato Nacional del Personal de Vuelos Comerciales (SNPNC-FO) expresó su “profunda preocupación por el riesgo inminente de cierre de la base de Ryanair en Burdeos”.
Esta situación “pone en peligro el empleo de 120 empleados y el futuro de sus familias”, añadió la organización en un comunicado de prensa.
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Burdeos-Mérignac ocupó el octavo lugar en el ranking de plataformas aeroportuarias francesas en 2023, con 6,6 millones de pasajeros.
Sin embargo, esta cifra solo representaba el 85,5% de los volúmenes de 2019, antes de la crisis del Covid-19, mientras que los aeropuertos franceses recuperaron el año pasado una media del 92,7% de su clientela anterior a la pandemia.
La instalación de Burdeos sufrió en particular el fin de la conexión París-Orly, prohibida por el gobierno en nombre de la lucha contra el calentamiento global, al igual que otras conexiones internas que pueden realizarse en menos de dos horas y treinta minutos en tren.
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