En Bourbon Street, la familia de Hubert, de 21 años, víctima del atentado, rinde homenaje a su amor y su bondad. A pesar del dolor, Nueva Orleans reanuda sus festividades, demostrando su resiliencia frente al terrorismo.
En Bourbon Street, la vida vuelve poco a poco a la normalidad. En la calle, una hermana que llora la pérdida de su hermano y fiesteros que han venido a celebrar un cumpleaños o asistir a un espectáculo callejero se encuentran, sin necesariamente saberlo.
Si Brooke Gauthreaux acude a esta calle de luto de Nueva Orleans este viernes 3 de enero es para rendir homenaje a su hermano Hubert. El joven de 21 años murió en el atropello del miércoles 1 de enero. Recién graduado se fue de fiesta a esta zona de Nueva Orleans.
“Honra tu memoria”
“Queríamos honrar tu memoria, la memoria de tu amor y tu bondad para siempre. Gracias por vuestros pensamientos y vuestras oraciones”, declaró Brooke Gauthreaux a la prensa, tras dejar fotos de su hermano pequeño en el lugar del drama transformado en un memorial improvisado.
Las emociones siguen siendo fuertes en esta calle de Nueva Orleans. Pero para Jennifer, la vida y las fiestas deben volver a la normalidad después del ataque. La artista callejera vuelve a trabajar por primera vez este viernes 3 de enero por la noche: su respuesta al terrorismo, dice.
“Ese es el espíritu de Nueva Orleans. Nunca nos rendimos. Siempre avanzamos. Luchamos por nuestra cultura, luchamos para ganar”, afirma el artista callejero vestido. con su traje de luz multicolor.
Por su parte, Kacy deambula entre espectáculos callejeros y carteles coloridos. “Paseamos y disfrutamos”, explica la joven de Texas. Ella está aquí para celebrar su cumpleaños número 27. Y no se trataba de cancelar su proyecto después del atentado con un coche que dejó 14 muertos.
“¿Qué podemos hacer?”
“Es algo muy triste y trágico al igual que el 11 de septiembre, pero qué podemos hacer”, pregunta Robin que acompaña a Kacy. “Siempre habrá cosas malas, ¿qué podemos hacer?”
En Bourbon Street, la situación casi ha vuelto a la normalidad, salvo por la presencia de numerosos vehículos policiales que cruzan el centro de la ciudad.
