Nacido como Charles-Edouard Jeanneret en 1887 en La Chaux-de-Fonds, Le Corbusier es una figura importante de la arquitectura moderna. Hasta ahora ningún premio llevaba su nombre, pero este vacío se ha cubierto gracias a la iniciativa de la asociación Premio Le Corbusier, con sede en su ciudad natal.
Según Stefan Rudy, arquitecto y promotor del premio, esta distinción pretende fomentar el “estado de ánimo” de Le Corbusier.
“Es una figura emblemática, a menudo descrita como el padre de la arquitectura moderna (…) Ha sacudido muchos dogmas (…) Buscamos premiar a los arquitectos que, como Le Corbusier, se atreven a ir “más allá de las enseñanzas tradicionales”. explorar nuevos horizontes”, explica el miércoles en el programa RTS Forum.
El premio se entregará cada año en una ciudad donde Le Corbusier dejó una obra arquitectónica. Con proyectos repartidos en 37 países, los organizadores desean recordar el alcance internacional de su influencia.
Concurso abierto a todo el mundo.
“Tenemos participantes de México, Israel, Francia, Alemania e incluso Bangladesh”, afirma Stefan Rudy. “Me parece extraordinario ver que muchos arquitectos están interesados en este premio y quieren ser ganadores”.
Los proyectos presentados deberán haber sido finalizados o en curso en los últimos diez años. Sin embargo, más allá de los criterios temporales, son sobre todo los valores fundamentales del premio los que priman: la innovación, la sostenibilidad e incluso la creatividad.
Un criterio específico refleja particularmente el legado de Le Corbusier: el enfoque social y programático.
“Le Corbusier era alguien que buscaba provocar a los políticos, un visionario capaz de construir edificios gigantescos e incluso una ciudad entera como Chandigarh. Esto plantea una pregunta esencial: ¿qué hábitat proponemos hoy? Estamos esperando arquitectos que den respuestas inspiradoras. capaz de alimentar la reflexión y abrir nuevas perspectivas para la profesión”, subraya Stefan Rudy.
Financiación de arquitectos, para arquitectos
La financiación del premio se basa principalmente en las tasas de inscripción de los participantes. Con un objetivo de 1.000 inscripciones para un presupuesto total de 500.000 francos, la organización se muestra cautelosa.
“Hoy tenemos suficientes participantes para entregar este premio, pero aún queda camino por recorrer”, afirma Stefan Rudy. Aunque no se excluye el patrocinio, los organizadores desean evitar cualquier influencia de las grandes marcas para preservar su independencia.
Recepción mixta en Ginebra
La ceremonia de entrega de premios, prevista inicialmente en Ginebra, el próximo mes de mayo, sigue siendo incierta. A pesar de la acogida favorable de las autoridades culturales locales, el proyecto no recibió el apoyo político esperado.
“Lamentablemente los políticos no ven nuestro premio como una iniciativa que realmente puedan apoyar. En enero decidiremos si la ceremonia se celebrará en Ginebra o en otro lugar”, lamenta Stefan Rudy.
Distinciones esenciales para los arquitectos
En el mundo de la arquitectura, las distinciones juegan un papel crucial. “Los arquitectos, como otras profesiones, tienen un gran ego. Ser reconocidos por sus compañeros es esencial para existir y encontrar un lugar en este campo competitivo”, concluye Stefan Rudy.
Comentarios recogidos por Mehmet Gultas
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