Los tiempos en los que emborracharse era algo divertido parecen haber quedado atrás, señala el periódico NZZ am Sonntag. Una encuesta de la Confederación realizada cada diez años entre la población muestra que, aunque la gran mayoría de los suizos (83%) sigue consumiendo alcohol, la cantidad y la frecuencia están disminuyendo drásticamente.
En 2022, el 12,4% de los hombres declararon consumir alcohol a diario, en comparación con el 30% en 1992. Entre las mujeres, esta tasa cayó del 11,5% a apenas el 5%. La abstinencia es particularmente marcada entre los jóvenes.
Otras cifras confirman la tendencia: en 2023 se consumirán en Suiza más de 1,3 millones de litros de vino menos que el año anterior, a pesar del crecimiento demográfico. Al mismo tiempo, el consumo de cerveza cayó por primera vez en su historia por debajo de los 50 litros por persona al año. Lo que es bueno desde el punto de vista de la salud tiene graves consecuencias económicas para muchas industrias.
Gracias a los altos márgenes obtenidos por las ventas de alcohol, los restaurantes, las salas de conciertos y los organizadores de eventos deportivos pueden financiarse. Los bares y discotecas se ven especialmente afectados. Pero entre 2018 y 2023, los ingresos por cliente cayeron un 40%.
La demanda de alternativas sin alcohol está aumentando. Pero esto no puede compensar las pérdidas. Ya hay llamados a apoyar esta política: “Una ciudad sin vida nocturna es una ciudad muerta. Los políticos deben empezar a pensar en cómo pueden apoyar la vida nocturna”, afirma Alexander Bücheli, portavoz de la Comisión de Abogados y Clubes de Zúrich.
Los suizos compran menos carne y más productos lácteos
Los hábitos alimentarios de los suizos están cambiando. El flexitarismo, esa dieta que consiste en reducir el consumo de carne y pescado sin abandonarlo por completo, está en auge. El número de hogares que viven de esta manera aumentó significativamente entre 2022 y 2024, del 18% a casi el 27%. Así lo demuestra un estudio de la Universidad de St. Gallen, cofinanciado por el fabricante de alimentos Danone, que el periódico SonntagsZeitung pudo leer antes de su publicación oficial.
La encuesta también muestra que los suizos no compran más verduras, cereales y legumbres que filetes y salchichas, sino más productos lácteos, “sin ser conscientes de que su producción genera mucho CO2”, según el autor principal del estudio, Matthias. Eggenschwiler.