El gobierno de Estados Unidos anunció el viernes que a casi un millón de inmigrantes de El Salvador, Sudán, Ucrania y Venezuela se les permitiría permanecer legalmente en Estados Unidos por 18 meses más.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció que prorrogaba para este período el régimen especial que protege a 232.000 salvadoreños, 1.900 sudaneses, 600.000 venezolanos y 103.700 ucranianos.
Este anuncio se produce diez días antes de la toma de posesión del presidente electo Donald Trump, quien ha prometido llevar a cabo una expulsión masiva de inmigrantes tras asumir el cargo.
Este estatus especial se concede a personas cuya seguridad no está garantizada en caso de regreso a su país de origen, debido a guerras, desastres naturales u otras razones “extraordinarias”.
Donald Trump intentó poner fin a este programa durante su primer mandato entre 2017 y 2021, pero sin éxito.
Los salvadoreños, que se benefician de este régimen especial por razones ambientales, podrán volver a registrarse en marzo y permanecer en Estados Unidos hasta septiembre de 2026, dijo el DHS.
Los sudaneses disfrutan del mismo derecho porque su país lleva 20 meses azotado por una guerra devastadora. Una situación similar para los ucranianos, después de que Rusia invadiera su país en febrero de 2022.
En cuanto a los venezolanos, su estatus especial se amplía debido a la “grave situación humanitaria que sigue atravesando el país, debido a la crisis política y económica bajo el régimen inhumano de Nicolás Maduro”, subrayó el DHS.
El presidente Maduro prestó juramento el viernes para un tercer mandato de seis años. Estados Unidos, que no reconoce su elección, denunció el carácter “farsa” y “ilegítimo” de su toma de posesión e impuso nuevas sanciones.
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