Chiquita revolución en el transporte público de Isla de Francia. El anuncio se hizo el pasado mes de septiembre, pero se hizo realidad el 2 de enero. A partir de ahora, los usuarios de Seine-et-Marnais (y todos los demás) sólo pagan 2,50€ viajar en la región parisina independientemente del medio de transporte (metro, TER o RER) y de la estación de llegada.
Antes del 2 de enero, fecha de aplicación de este precio únicoLos viajeros ocasionales que querían ir a París desde una estación tenían que pagar cinco euros por viaje (cuatro euros si adquirían un libro de diez billetes). Movilidades en Isla de Francia (IDFM), la autoridad de transporte de la región de Isla de Francia, ha decidido dividir el importe del billete entre dos, de ahí el precio de 2,50 euros.
El fin de la rezonificación
Por otra parte, el precio de billete de metro aumenta mecánicamente, ya que ahora también queda fijado en 2,50 euros. En cuanto a los trayectos en autobús y tranvía, cuestan dos euros. Aquí tampoco importa el lugar ni la distancia recorrida.
El deseo de Valérie Pécresse, presidenta de la Región Île-de-France y del IDFM, era poner fin a la lógica de la rezonificación en Île-de-France. Así, los residentes de los suburbios del gran París pagan hoy el mismo precio que los residentes del centro de la ciudad.
Aumento del pase Navigo
La otra buena noticia de principios de año es la extensión en toda Isla de Francia Libertad + pase, hasta ahora reservado a los viajeros procedentes de París. ¿Las ventajas de esta nueva fórmula? Sólo se facturan los viajes realizados y un 20% de descuento se opera con billetes (es decir, 1,99 euros en lugar de 2,50 euros para el metro-tren-RER y 1,60 euros frente a dos euros para el autobús-tranvía). Tenga en cuenta que este pase, accesible en la estación o en el sitio web del IDFM, se desmaterializará en un teléfono inteligente en primavera.
Por otro lado, los titulares de un pase Navigo se muestran menos alegres. Desde 1es En enero su suscripción aumentó 2,40 euros y ahora cuesta 88,80 euros. Esta decisión, que pretende cubrir los crecientes costes de operación y mantenimiento de la red, ha provocado fuertes reacciones entre los usuarios.