ADespués de años de intensa promoción, esta votación simboliza un importante avance para la protección del derecho a la vida, un derecho fundamental consagrado en el artículo 20 de la Constitución marroquí. Según Amina Bouayach, esta decisión refleja la importancia que el Reino concede a este derecho, que constituye la base de todos los demás derechos fundamentales.
Esta votación se inscribe en una dinámica iniciada con el anuncio, a principios de diciembre, del ministro de Justicia, Abdellatif Ouahbi, de afirmar la intención de Marruecos de apoyar esta resolución. Un gesto significativo, porque Marruecos se había abstenido en las nueve resoluciones similares anteriores adoptadas por la ONU.
El 9 de diciembre, Abdellatif Ouahbi declaró, durante una sesión plenaria del Parlamento, que el apoyo a la resolución de la ONU constituía un paso decisivo hacia una justicia más humana. Esta moratoria, aunque simbólica a escala internacional, confirma la orientación de Marruecos, que aplica de facto una moratoria de las ejecuciones desde 1993.
En su discurso, el ministro subrayó que esta decisión reflejaba el deseo de fortalecer la justicia humana, respetando al mismo tiempo las especificidades sociales del país.