Anticipándose a los buenos resultados de la extrema derecha, varios grupos de extrema izquierda pidieron este domingo “una respuesta antifascista”. Si eran sólo unas pocas docenas, a las 20 horas, en la plaza des Terreaux, eran más de mil.
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Incendios de basura y lanzamiento de proyectiles.
A las 21:25, la concentración se convirtió en una manifestación salvaje en las calles de Lyon, que reunió al menos a 800 personas, según la prefectura. Volcaron contenedores de vidrio y prendieron fuego a cubos de basura. Una minoría de manifestantes vestidos de negro y con rostros enmascarados intentaron romper ventanas.
Veinte minutos más tarde, en la rue de la Barre, los agentes de policía fueron blanco de proyectiles, en este caso botellas de vidrio, y luego morteros pirotécnicos. La policía respondió con gases lacrimógenos.
La policía logró hacer retroceder a los manifestantes en las laderas de Croix-Rousse y hacia las 22:30 horas la calma había regresado a la Presqu’île. Un pequeño grupo intentó irrumpir en el ayuntamiento el 1es distrito, pero fue disuadido por la policía. Durante la noche no se produjeron detenciones.
