Los vecinos de la calle Gabriel-Péri de Montataire (Oise) deben haberse preguntado por qué tantos agentes de policía irrumpieron en su barrio este martes 3 de diciembre por la tarde. ¿Hubo una muerte? ¿Asesinato? En cualquier caso, esto es lo que un vecino hizo creer a los agentes de policía de la comisaría de Creil.
A las 21.45 horas, un hombre marcó el 17. Explicó que había matado brutalmente a su mujer golpeándola varias veces con un martillo. Lleno de remordimiento, anuncia que quiere suicidarse. La información se toma en serio y la situación requiere un compromiso inmediato. Al lugar se envió un dispositivo formado por equipos policiales de emergencia y las tres brigadas anticrimen de Creil, Beauvais y Compiègne.
Los investigadores de Beauvais llegan a su vez con el subdirector de la dirección interdepartamental de la policía nacional (DIPN) de Oise. En total, una treintena de agentes de policía de todo el departamento tomaron la calle.
Cuando la policía llegó a la casa no se había cometido ningún homicidio. Los policías no se encuentran en presencia de la escena del crimen sino que llegan a la casa de una madre y sus hijos, todos muy sorprendidos al ver todos estos uniformes frente a su puerta. Las observaciones de uso se realizaron a pesar de todo, por precaución. La policía se da cuenta entonces de que se trata de un engaño de muy mal gusto.
El hombre que los llamó esa misma tarde no está allí y no es parte de la familia perturbada. Pero el hecho de que no haya habido un delito no significa que no haya una investigación. En efecto, como señala la DIPN, “el hecho de informar falsamente a la autoridad judicial o administrativa de hechos constitutivos de delito o de una falta que expuso a las autoridades judiciales a investigaciones inútiles se castiga con seis meses de prisión y una multa de 7.500 euros.
“Aún no hay custodia policial”, comentamos sobriamente en la comisaría de Creil. La investigación está en curso. » “Afortunadamente este asunto tiene un final feliz. La situación podría haber sido dramática, concluye el fiscal de Senlis, Loïc Abrial. Desde entonces, el hombre ha sido identificado y está siendo buscado. “Expuso a muchos agentes policiales a registros innecesarios. Es conocido por los servicios, es un consumidor habitual de drogas. Pero no por estar bajo los efectos de drogas no será objeto de sanción penal”, advierte el magistrado.