Par
Stéphanie Hourdeau
Publicado el
2 de diciembre 2024 a las 11:50 a.m.
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Y Vendea, 61 años. ha sido sentenciado Jueves 28 de noviembre por tribunal judicial de La Roche-sur-Yon por haber cometido atropellos y violencia en bomberos.
El 11 de agosto, a media tarde, en la pequeña localidad de Saint-Hilaire-de-Voust, los bomberos fueron llamados para intervenir en la casa de Francis y su pareja. Allí encontraron un pareja borracha. La mujer les cuenta que fue golpeada por su pareja. Frente a estos acusacionesbomberos alertar a la policía que se mueven a su vez.
Dos intervenciones para la misma pareja de borrachos
Al ver a los policías, la mujer se retracta y asegura que mintió, que no fue víctima de ninguna golpiza. Los bomberos y policías se aseguraron de ello y decidieron marcharse.
pero uno Nueva convocatoria al final de la tarde moviliza nuevamente a los bomberos en este mismo domicilio. La mujer cree que su pareja está sufriendo un paro cardíaco.
Al regresar, los bomberos finalmente descubrieron a un hombre “muy borracho”, pero que no mostraba signos de dejar de respirar.
Sólo que cuando intentan ayudarlo, para enderezarlo en el sofá, el hombre se muestra agresivo y poco cooperativo al realizar un control de salud. Comienza a insultarlos y amenazarlos.
“Amenazas que se tomaron muy en serio, porque en su casa había muchas armas de caza”, le recordó el juez durante la audiencia.
En el estrado, el acusado minimiza. “Ellos fueron los que se mostraron agresivos mientras estaban en mi casa”, se defiende asegurando que no es violento.
“Tengo licencia de caza desde hace 34 años, por eso tengo armas, pero nunca he amenazado a nadie”.
Un puñetazo evitado por poco
Esta respuesta saca de quicio a Sarah Huet, fiscal, quien le recuerda por qué está en el estrado.
“La intervención de los bomberos es para salvar a la gente, no para responder a las exigencias de gente borracha y vehemente que se cree por encima de todos”, afirma el magistrado que tampoco olvida la intento de puñetazo que el acusado interpuso contra uno de los bomberos que acudió en su auxilio. “Es porque pudo agarrarte las muñecas que pudo evitar el golpe”.
Ante este comportamiento “inaceptable” y falta de excusas, es necesario 70 horas de servicio comunitario (Tig) que se convertirán en seis meses de prisión si no son ejecutados en los próximos 18 meses.
La sentencia hizo reaccionar al imputado, que finalmente mantuvo un perfil bajo: “Tengo respeto por los bomberos y la policía, no me opongo al uniforme. Estaba demasiado borracho. Hice y dije estupideces y pido disculpas por ellas. Al contrario de lo que piensas, me da un poco de vergüenza”, dijo en su defensa.
El tribunal dictó inmediatamente su sentencia y prácticamente siguió las requisas.
Este Vendéen deberá completar 70 horas de Tig. Y si no las hace en los próximos 18 meses, su condena se traducirá en cuatro meses de prisión.
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