“Hey, hola belle plotte”: mujeres contra el acoso callejero en Quebec

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“Hola, hermosa plotte, ¿tienes dinero?”: así se acercó recientemente a Monique un hombre en la calle Cartier, en Quebec.

“Había gente a mi alrededor, pero aún así, no había nadie que hablara, no había nadie que reaccionara”, dice la mujer de 64 años a quien 24 horas habló en el marco de una manifestación contra el acoso, “Cita por las calles sin miedo”, organizada por Acceso al transporte viable.

Lamentablemente, esta situación no es excepcional, subrayan Roxanne Deniger y Béatrice Mercier, del Centro de Educación y Acción para las Mujeres de Montreal. En el 53% de los casos de acoso callejero, las víctimas no reciben asistencia de la persona que las acompañó ni de los testigos hasta el lugar.

Desde que fue acosada, Monique ha adquirido la costumbre de mirar detrás de ella para ver si alguien la sigue por la calle. “¿Es esto normal?”, preguntó a las otras mujeres presentes en la manifestación celebrada hace unos días en Quebec.

“Creo que es normal cuando eres mujer”, aseguró otra participante.

“Es un mecanismo de defensa que podemos utilizar”, añadió uno de los organizadores del evento.

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Un fenómeno poco conocido en Quebec

Aunque normalmente pensamos en Montreal cuando se habla de acoso callejero, el fenómeno también está presente en Quebec. Sin embargo, es difícil saber el alcance del problema, ya que todavía no disponemos de datos para la Capitale-Nationale.

Émile, un hombre trans de 24 años, está bien situado para saber que existe el acoso callejero. Lo sufrió como mujer y lo sigue sufriendo como hombre trans homosexual.

“Comencé mi transición hace tres años, así que todavía viví 21 años como mujer. Habiendo experimentado ambos lados, puedo decir que también les pasa a los hombres. [le harcèlement de rue]“, subraya.

“Soy homosexual. Así que tan pronto como estoy con un hombre a mi lado, cuando nos tomamos de la mano, es muy difícil en términos de prejuicios y acoso callejero”, continúa.

Para Alexandra, son sus orígenes y su acento los que provocan el acoso callejero.

“Los mayores me miran fijamente, me miran fijamente, no con amabilidad”, dice esta mujer de 68 años a quien a menudo le preguntan de dónde viene mientras camina por la calle.

“Esta es la séptima ciudad del mundo donde vivo y nunca he experimentado esto en ningún otro lugar”, se lamenta la mujer que está pensando en mudarse a Montreal.

Lugares dolorosos

Durante el encuentro “Rendez-vous pour des rues sans miedo”, los participantes pudieron indicar en un mapa de Quebec los lugares donde no se sienten seguros o no (puntos amarillos y rojos), así como los lugares donde tienen experimentado acoso callejero (puntos morados).


Lea Martín

Mapa del centro de la ciudad de Quebec que identifica los lugares donde los participantes se sienten inseguros y los lugares donde han sufrido acoso callejero.

“En cada uno de nuestros talleres vemos que las escaleras entre la ciudad alta y la ciudad baja son lugares de inseguridad”, explica uno de los organizadores. El barrio de Saint-Roch parece ser el lugar donde las víctimas sufrieron el mayor acoso.

El evento finalmente terminó con una sesión introductoria a la autodefensa durante la cual los participantes pudieron gritar (literalmente) “¡NO!” al acoso callejero.

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