Pequignet: la epopeya de una casa francesa independiente

Pequignet: la epopeya de una casa francesa independiente
Pequignet: la epopeya de una casa francesa independiente
-

Desde ayer hasta hoy, Pequignet puede presumir de haber creado siempre relojes que se liberan de códigos y normas. Los nuevos productos presentados en el salón Watches&Wonders 2024 aparentemente pretendían recordar esta especificidad. Cada uno de ellos ilustra los principales hitos alcanzados por la marca: el culto al diseño con el Moorea lanzado en 1984, el estatus de fabricación alcanzado en 2010 gracias a un equipo de talentosos ingenieros relojeros, el desarrollo de movimientos mecánicos internos a partir del año siguiente y , ahora, el dominio de una excelente complicación, el tourbillon volante, que le permite unirse a la élite relojera.

Retrocedamos primero en el tiempo hasta 1984: el diseñador de relojes Émile Pequignet imaginó entonces el Moorea, que sería uno de los relojes más emblemáticos de los años 80 antes de volverse atemporal y disponible de mil maneras, incluida la joyería. Para celebrar el 40º aniversario del icono, los diseñadores de Pequignet han vuelto a sus raíces revisando sutilmente sus códigos. Las siete referencias (25 mm o 38,5 mm) de la colección aniversario conservan los rasgos de estilo que dieron origen al éxito del Moorea: la fluidez de las líneas esbeltas, la pureza de la esfera y, sobre todo, el característico brazalete, con largos eslabones de acero intercalados con granos de oro.

Convertida en manufactura, la casa Pequignet sigue siendo, hasta el día de hoy, la creadora del único mecanismo de fabricación francesa capaz de reunir en un mismo soporte las complicaciones de las fases lunares, la doble fecha con salto semiinstantáneo y el indicador de reserva de marcha. Diseñado y ensamblado en sus talleres de Doubs, el Calibre Royal se beneficia de una magnífica mejora desde 2019: su belleza interior se revela en los modelos Royal Saphir, equipados con esferas translúcidas. Para realzarlo aún con mayor intensidad, ya no son sólo incoloros, sino también teñidos de verde jade, rojo rubí, amarillo ámbar, azul topacio o lapislázuli. Lanzada en serie limitada en 2023, esta audaz sinfonía cromática acaba de incorporarse al catálogo permanente.

Reflejos. De color verde jade, la esfera de cristal de zafiro translúcido del Royal Saphir confiere un ambiente vegetal a las complicaciones del Calibre Royal: gran fecha con doble ventana, fase lunar, indicador de reserva de marcha (88 horas). 42 mm, acero, 10.800 euros. A la derecha, un regreso muy de los años 80 de Moorea: su característico brazalete todavía está formado por dos hileras de esbeltos eslabones de acero unidos por granos de acero y oro. 25 mm, cuarzo suizo, 2.750 euros. ©Pequignet

Otro hito memorable, el cincuentenario de la casa, marcado el año pasado por la creación del reloj Concorde con brazalete integrado y calibre automático “de casa”. El modelo gana nuevas franjas al pasar del acero al oro rosa de 18 quilates y al acero engastado con diamantes. Esta elección de lujo clásico ofrece una bella ilustración del dominio estético y técnico adquirido por la casa.

Lujo lujoso. Lanzado el año pasado en acero y equipado con el último movimiento mecánico de Pequignet, el modelo Concorde con brazalete integrado destaca ahora sus activos estéticos en oro rosa de 18 quilates. 36 o 40 mm, carga automática, reserva de marcha de 65 horas, desde 22.500 euros ©Pequignet

Por último, la llegada del primer tourbillon de Pequignet constituye un fuerte hito que legitima su saber hacer y su reputación. A menudo presentado como el Santo Grial de la relojería, este PEQUIGNET UN DESTINO FRANCÉS De estrella del diseño en 1984 a fabricante de relojes desde 2010, la trayectoria desinhibida de una de las pocas casas francesas independientes. La espectacular complicación fascina a entusiastas y coleccionistas. Sin embargo, era mucho más útil para los caballeros del siglo XIX, ya que se encargaba de compensar los errores de precisión debidos a la posición vertical de sus relojes de bolsillo. Un tourbillon no es menos prestigioso, raro y precioso: ¡Pequignet ofrece el suyo en sólo veinticuatro ejemplares!

Objeto de fascinación Los relojes Tourbillon son prerrogativa de los grandes nombres de la relojería. La casa francesa se propuso entrar en este prestigioso club optando por su forma más refinada: un tourbillon volante, cuya jaula de titanio parece evolucionar en ingravidez sobre la esfera muy zen de un reloj de oro rosa de 18 quilates. ©Pequignet

Información: www.pequignet.com

-

PREV hasta 430€ de descuento en el MacBook Air M3
NEXT OpenAI lanza GPT crítico para reparar GPT-4