Vladimir Martus, capitán del Shtandart: “Estaba seguro de que prevalecería la justicia y que el Shtandart participaría en el festival de Brest, como viene haciendo desde el año 2000. Para mí, personalmente, la participación en el festival Brest-2024 es importante y simbólico: La primera vez que participé fue en 1992, en la goleta St. Peter, que construí con mis amigos incluso antes de que construyéramos el velero Shtandart. Lo muy positivo es que ya no hay motivo para que algunas personas difundan información falsa y mentiras sobre quienes han apoyado a Shtandart durante todos estos años”.
¿Temes posibles manifestaciones o protestas durante las Fiestas Marítimas?
“No, nunca me ha preocupado que la gente exprese sus opiniones abiertamente. En el pasado ha habido varias protestas en las que la gente expresó sus opiniones sobre los terribles acontecimientos ocurridos en Ucrania. Mi posición siempre ha sido la de hablar, comunicar, explicar que sólo juntos podremos superar la dictadura. Le expliqué que a nuestro nivel, el nivel de la gente corriente, no deberíamos desarrollar el odio, deberíamos cooperar y ayudarnos unos a otros. Estoy muy feliz de hacer lo que podemos hacer con Shtandart, para ayudar a las personas –tanto de Ucrania como de Rusia– que se han visto obligadas a abandonar sus países en busca de un lugar seguro. El barco Shtandart es un barco escuela, estaremos encantados de ofrecerlo a grupos de jóvenes, para ayudarlos a recuperarse de su trauma psicológico y para que sientan la amistad de las personas que los rodean”.
¿Entiende las críticas que rodean la llegada de su barco?
“Soy ucraniano y ruso de nacimiento. Entiendo y comparto las emociones de los auténticos ucranianos que enfrentan esta horrible situación. Personalmente, no apoyo ni he apoyado las decisiones del Presidente de Rusia; en un momento pedí la destitución del Presidente. En mi opinión, esta hubiera sido una buena decisión para todos. Creo que en la actualidad un camino productivo sería unir los esfuerzos de todos aquellos que sufren la dictadura en Rusia. Lo que estamos tratando de hacer en Shtandart es reunir a personas de diferentes países y diferentes naciones. El conocimiento de la cultura de otros países, la comprensión de las tradiciones de los pueblos es una buena forma de unir a las buenas personas. Ésta es la mejor manera de luchar contra el maligno”.
