Un hombre de 62 años fue detenido la madrugada del lunes en Borgoña, en relación con dos causas penales no resueltas que datan de hace 24 y 36 años. Esta detención supone un avance significativo en los casos relacionados con dos asesinatos ocurridos en Isère, el de Laïla Afif en 2000 en La Verpillière y el de Nathalie Boyer en 1990 en Saint-Quentin-Fallavier.
Una investigación relanzada gracias al ADN
Según información de Dauphiné Libéré, la policía de la sección de investigación (SR) de Grenoble logró identificar al sospechoso gracias al análisis de ADN de uno de sus familiares, obtenido en el marco de un caso completamente independiente. Según una fuente judicial citada por el diario regional, ahora se considera seriamente la posibilidad de que se trate de un asesino en serie.
El sospechoso, ya conocido por los tribunales, fue condenado en 2002 a una dura pena por violar a sus propias hijas. Desde su salida de prisión, se había instalado en Borgoña, donde parecía llevar una nueva vida.
Un marco legal sin precedentes
Detenido bajo custodia policial en Dijon bajo el régimen de exención de 96 horas recientemente establecido para delitos en serie, este arresto es el primero en Francia. El sospechoso guarda silencio ante los investigadores por el momento, pero su ADN ha sido confirmado por varias pruebas, dice una fuente cercana a la investigación. Su custodia podría continuar hasta el viernes por la mañana, momento para afinar las investigaciones.
Las familias esperan justicia
Corinne Herrmann, abogada de la familia de Nathalie Boyer, celebró este “gran avance” y lo ve como un mensaje de esperanza para las familias afectadas por tragedias similares en Isère, en particular en el contexto de los “desaparecidos de Isère”. “Esto demuestra que nunca es demasiado tarde para reiniciar los casos, incluso décadas después del hecho”, afirmó.
No dejó de resaltar las dificultades encontradas para obtener la reapertura de estas investigaciones. “En 2008, cuando relancé varios expedientes, el fiscal general me cerró la puerta. Pero nunca nos rendimos. Hoy es una victoria, no sólo para el centro de casos sin resolver de Nanterre, sino también para todas las familias que llevan tantos años esperando respuestas. »
Un fracaso y una esperanza
La agrupación de los dos casos por parte del centro de casos sin resolver de Nanterre pone de manifiesto fallos en la tramitación de estos casos, según Maître Herrmann. “Estos crímenes podrían haberse resuelto mucho antes. Pero también demuestra que es posible corregir estos errores gracias a medios modernos y a una determinación inquebrantable. »
Los investigadores continúan su trabajo con la misma tenacidad, esperando poder poner pronto fin a estas tragedias que han marcado a Isère.