En el departamento de Isère, un gallo está en el centro de una discordia entre vecinos. Los propietarios de esta gallinácea fueron demandados por un residente local descontento. Sin embargo, según los propietarios, el pájaro ya cantaba allí incluso antes de que llegara su vecino. Ante esta situación, los propietarios iniciaron una petición online, que recibió un apoyo masivo con más de 29.000 firmas recogidas hasta la fecha.
Ricco, un gallo de unos cinco años, mostrando con orgullo su escudo, se hace oír todos los días, a veces incluso varias veces. Su propietario destaca que“nos dice la hora de la mañana”. Sin embargo, un vecino se queja de que el canto de Ricco es excesivo. Tras un fallido intento de mediación en el ayuntamiento, decidió llevar el asunto a los tribunales. Para reducir posibles molestias, la pareja que vive en Isère instaló un dispositivo en el gallinero para controlar los movimientos de sus animales.
“Este tipo de situaciones son comunes en el campo”dice el propietario. Sin embargo, el vecino sostiene, como parte del proceso judicial en curso, que el lugar no es una verdadera zona rural. Evoca la presencia de carreteras nacionales, autopistas así como la densidad de edificaciones. Según ella, el barrio está bastante urbanizado, aunque los periodistas de France Télévisions no pudieron establecer contacto con ella.
Desde 2021, la legislación tiene como objetivo proteger el patrimonio sensorial de las zonas rurales, pero el término “campo” no está claramente definido jurídicamente. En la web, una petición a favor de Ricco ha recogido más de 29.000 firmas.
Mire el informe completo en el vídeo de arriba.
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