Decenas de líderes de todo el mundo reunidos en el cantón de Nidwalden, en el centro de Suiza, intentarán definir los primeros pasos hacia la paz en Ucrania, sin Rusia.
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Mientras se abre esta nueva conferencia para intentar poner fin a la invasión rusa de Ucrania, algunos creen que en algún momento serán necesarias conversaciones con Moscú.
Como el gobierno ucraniano no quería que Rusia se involucrara, los suizos, conscientes de las reservas de Moscú sobre las conversaciones, no lo invitaron. Pero insisten en que Rusia tendrá que participar en algún momento y esperan que algún día se una al proceso. Los ucranianos también están considerando esta posibilidad.
Es poco probable que la conferencia, que se basa en elementos de una fórmula de paz de diez puntos presentada por el presidente Volodymyr Zelensky a finales de 2022, produzca resultados importantes y se considera un esfuerzo en gran medida simbólico por parte de Kiev para movilizar a la comunidad internacional.
Los países del G7, reunidos esta semana en Roma, ya acordaron fortalecer el apoyo a Ucrania con el uso de activos rusos congelados.
Pero la pregunta que se cierne sobre el horizonte de la cumbre es cómo los dos países pueden alejarse del abismo y finalmente silenciar las armas en una guerra que ha dejado cientos de miles de muertos y heridos y ha costado cientos de miles de millones de euros.
La cumbre se produce cuando las fuerzas rusas han logrado modestos avances territoriales en el este y noreste de Ucrania, ampliando el control que ya tienen a aproximadamente una cuarta parte del país.
Las autoridades suizas constataron el jueves los primeros ciberataques relacionados con la organización de esta conferencia.
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