Si es una innovación la que está en la génesis de Kirpy, es la innovación permanente que ha garantizado su existencia hasta hoy y, en ocasiones, la ha hecho imprescindible. En la Liberación y principios de los años cincuenta, la sociedad experimentó un crecimiento meteórico, con la acelerada mecanización de la agricultura. Socia de la empresa inglesa Massey Ferguson, tendrá hasta 250 empleados.
De la agricultura a las obras públicas
Frenada por el desarrollo de los pesticidas, la actividad de la empresa se recuperó a finales de los años 1960, “después de haber alcanzado un hito importante en los años 1970, invirtiendo en el mercado de la eliminación de piedras y revolucionándolo”, explica Cédric de Bourayne, director general. que apoya a Antoine Lenoir, su director general.
Una revolución técnica firmada por Kirpy, que recientemente ha ido acompañada de una revolución industrial interna: en el corazón de sus 8.000 m² talleres, la empresa Layracaise dispone ahora de un robot de producción que ha requerido una inversión de 800.000 euros (cofinanciados por la Región), lo que garantiza su competitividad.
Con 40 empleados, genera el 35% de su facturación anual (unos 4,3 millones de euros) de las exportaciones, la mitad de las cuales tiene lugar fuera de Europa, en Estados Unidos, China o África.
Además de la actividad agrícola, Kirpy también puede contar con su capacidad para atraer a los actores de las obras públicas para que sigan desarrollándose. Sus trituradoras de piedra han sido adoptadas por los principales actores del sector, como Vinci, Eurovia y Bouygues.
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