Gilles Seni es un deportista distinguido. Ya ha completado numerosas carreras y demostró una resistencia poco común durante estos eventos. El mes pasado viajó a la lejana isla de Reunión, acompañado de su esposa e hijas. “Fueron cuatro días muy ocupados, además del Grand Raid, queríamos celebrar varios cumpleaños con la familia”. dice el Langladois.
Corrió, dentro del Grand raid de La Réunion, una prueba internacional, la carrera denominada Zembrocal, que incluye tramos en común con la conocida Diagonale des fous. El relevo estuvo formado por un equipo de cuatro personas: Mickaël Alves, Victor Dunande, Florian Durque y él mismo. Permitió recorrer ciento cincuenta kilómetros, con un desnivel positivo de más de nueve mil metros. Ochocientos corredores estuvieron al inicio de esta gigantesca aventura. Desde el centro de la isla hacia el norte, cerca de Saint-Denis, se atravesaban todo tipo de paisajes: volcán, arena, rocas rojas como el Colorado, impresionantes y áridas.
En cuanto al clima, el calor, la niebla y la lluvia acompañaron a los participantes. Físicamente, la nutrición y la hidratación fueron muy importantes para rendir bien. Pero moralmente fue el ambiente, el público y especialmente la familia quienes fueron de gran apoyo.
“Estaba hablando solodice Gilles. Puedes hacerlo. No debes rendirte, sino creer siempre en ello.”
Sin embargo, una ligera decepción, ya que el cuarteto llegó a treinta y cinco segundos del primer escalón del podio.
“Pero lo que hicimos juntos sigue siendo inmenso: 19:05:5 segundos, y por mi parte: 3:45”.
Y si le preguntamos a Gilles si descansó después, responde que más bien lo celebró con sus amigos.
Su objetivo es inculcar a sus hijos los valores del deporte: entrenar y trabajar para triunfar, creer en uno mismo.
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