Si bien durante la prohibición estadounidense fueron un éxito, los bares clandestinos o “speakeasies” están experimentando ahora una segunda juventud en Europa, especialmente en Suiza. Aunque ya no son verdaderamente clandestinos, estos lugares conservan un ambiente de antaño.
“Me parece genial. Me encantan las cosas un poco clandestinas y su atmósfera. Conseguimos meternos en ello, es genial. De hecho, el ajenjo ayuda mucho”, se ríe un cliente. Visto desde fuera, el establecimiento que tiene delante parece una librería normal y corriente. Pero en el interior, detrás de las obras, se esconde una barra temática.
Después de haber florecido en Europa, la tendencia de los “speakeasies” afecta también a la Suiza francófona, como en Lausana o Ginebra. “Me parece interesante revivir este concepto. Es bastante íntimo. No tenemos muchas oportunidades de verlo en los bares aquí en Lausana”, dijo un fiel cliente, durante una velada de los años 1920, con bigote y boina para la ocasión, en el micrófono de las 7:30 p.m.
Un legado de la prohibición estadounidense
El atractivo de estos bares escondidos no es nuevo. “Los bares clandestinos nacieron después de la adopción de la 18ª Enmienda en Estados Unidos, cuando se prohibió la producción, fabricación, transporte y venta de alcohol”, dice Aline Helg, historiadora estadounidense.
Los “speakeasies” se convirtieron en bares clandestinos que se organizaban en diferentes lugares, a veces más locos que otros. Además, habla tranquiloen francés “hablar suavemente”, se refiere a la discreción que se pide a los clientes a la hora de pedir alcohol durante este período de prohibición.
Mantener el ambiente clandestino
En 2024, detrás de una librería, una máquina de bebidas, una tienda de alimentación o una nevera, estas barras son un éxito. “Cuando le dices a la gente que hay algo secreto, queda claro que quieren verlo. Al principio, mucha gente venía por curiosidad”, explica Randy Schaller, gerente del bar Le Vestibule.
Aunque ya no estén realmente escondidos, estos lugares intentan conservar su atmósfera original. “Ese lado clandestino ya no lo tenemos, pero intentamos cultivarlo con la entrada oculta, con este un poco vieja escuela y antiguocon nuestros vinilos”, explica Gabin Angiari, gerente del bar Bambou Speakeasy.
Asunto TV: Gianluca Agosta
Adaptación web: Raphaël Dubois