El fabricante de automóviles chino BYD Auto Co. ha decidido suspender sus planes de entrar en el mercado canadiense de vehículos eléctricos, en respuesta a un arancel 100% federal aplicado a las importaciones de vehículos eléctricos (EV) procedentes de China. Durante el verano, BYD incrementó las reuniones con distribuidores canadienses para considerar una red de distribución y contrató cabilderos para trabajar con los gobiernos federal y de Ontario.
Fin de las conversaciones con el gobierno canadiense
El 26 de agosto, Canadá adoptó aranceles similares a los de Estados Unidos, imponiendo un fuerte impuesto a los vehículos chinos. Desde esta decisión, BYD ha interrumpido sus diálogos con las autoridades canadienses, poniendo así en suspenso su proyecto de comercializar vehículos eléctricos en Canadá. Las negociaciones con posibles socios de distribución están ahora en pausa, según fuentes del sector, aunque no se ha tomado ninguna decisión final.
BYD y la capacidad de absorber costes
Aunque algunos modelos emblemáticos de BYD, como el Atto 3 y el Seal, ya están a la venta en Europa a precios competitivos, el arancel del 100% impuesto en Canadá aumentaría sus costos para los consumidores canadienses. Según Lei Xing, analista especializado en la industria automovilística china, incluso si BYD tiene la capacidad de lanzar ciertos modelos a pesar del impuesto, sigue siendo incierto si los precios seguirán siendo atractivos para los canadienses.
Una estrategia de producción local a considerar
A pesar de los desafíos, varios analistas creen que las marcas chinas, incluida BYD, continuarán sus esfuerzos por ingresar al mercado norteamericano en el largo plazo. Sam Fiorani, vicepresidente de pronóstico automotriz global de AutoForecast Solutions, predice que estas marcas buscarán emular el modelo japonés de las décadas de 1980 y 1990 mediante la construcción de fábricas en América del Norte, aumentando así su participación en el mercado y su conocimiento.
¿Una opción de importación indirecta?
Ante las restricciones, una opción para BYD podría ser importar sus vehículos de terceros países para evitar los aranceles canadienses, actualmente limitados a los vehículos eléctricos de China. Sin embargo, la red de producción de BYD fuera de China está actualmente diseñada para mercados regionales, lo que limita las alternativas.
Hacia las restricciones tecnológicas
En septiembre, el Departamento de Comercio de Estados Unidos propuso prohibir la tecnología china para vehículos conectados, alegando razones de seguridad nacional. Canadá está considerando medidas similares, que podrían complicar aún más la entrada de BYD en el mercado norteamericano. Con estos desafíos, la entrada de BYD en Canadá parece estar en duda por el momento, aunque las ambiciones del fabricante para el mercado norteamericano permanecen.
Con información de Automotive News Canadá
El texto que BYD cancela su plan de expansión en Canadá procede de L’annuel de l’automobile – Noticias de automoción