En un gesto que hará las delicias de su población, el presidente de la transición en Malí, Assimi Goïta, ha orquestado una importante caída de los precios de los combustibles y, por tanto, de la gasolina.
La decisión del gobierno, anunciada el 11 de octubre de 2024, marca un punto de inflexión en la política económica del país, ya que es sinónimo de respiro para una población que atraviesa numerosas dificultades, incluidas las relativas a la seguridad territorial.
En concreto, ya se está observando la reducción de los costes del combustible. Antes se vendía a 850 francos CFA el litro, pero ahora se vende a 800 francos.
El diésel, por su parte, baja de 800 francos CFA a 700 francos.
El cálculo es fácil de hacer. Por ello, el Gobierno del coronel Assimi Goïta ofrece a la población de Malí una reducción del precio de la gasolina y del gasóleo por valor de 50 francos CFA.
Ciertamente, algunos podrían creer que esta reducción de 50 francos CFA es sólo una gota en el océano.
Sin embargo, es un verdadero soplo de aire fresco para los consumidores malienses, asfixiados desde hace meses por un vertiginoso aumento del coste de la vida. Por tanto, el impacto de esta decisión promete ser considerable.
En un país donde el transporte es una cuestión crucial, tanto para la economía como para la vida diaria, la caída de los precios de los combustibles podría provocar un efecto dominó positivo en todos los sectores.
Los transportistas, los comerciantes y los hogares deberían beneficiarse de esta medida, que podría ayudar a frenar la espiral inflacionaria.
Assimi Goïta, con esta decisión, parece querer reafirmar su compromiso con el pueblo maliense.
En un contexto político tenso, marcado por sanciones internacionales y desafíos de seguridad, esta iniciativa económica podría fortalecer su legitimidad entre una población que busca soluciones concretas a sus problemas cotidianos.
