Joe Biden formalizó el martes la creación de dos nuevos monumentos nacionales estadounidenses, amplias zonas protegidas situadas en California, reforzando su legado medioambiental pocos días antes de dar paso a Donald Trump en la Casa Blanca.
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Estas medidas se refieren al Monumento Nacional Chuckwalla, que abarcará 252.000 hectáreas cerca del Parque Nacional Joshua Tree, en el sur de California, y al de Sattitla, situado en el norte de este estado, en la frontera con Oregón.
Proporcionan a estas regiones salvaguardias ambientales para protegerlas contra la perforación, la minería, las granjas fotovoltaicas y otras actividades industriales.
“Hemos llevado a cabo la política climática más audaz de la historia”, afirmó este martes Joe Biden durante la ceremonia de firma en la Casa Blanca. “No tenemos que elegir entre medio ambiente y economía (…), podemos tener ambos al mismo tiempo”.
En cuanto a Chuckwalla, esta creación también responde a la presión de las tribus nativas americanas históricamente vinculadas a estas tierras.
El anuncio estaba previsto para la semana pasada en California, pero se pospuso debido a los fuertes vientos que imposibilitaban los viajes en la región y luego se trasladó a Washington debido a los incendios en Los Ángeles.
El mandato de cuatro años de Joe Biden vio la creación de ocho monumentos nacionales más y la ampliación de cuatro.
El demócrata de 82 años ha protegido más áreas naturales que cualquier otro presidente de Estados Unidos, según la Casa Blanca.
AFP
La semana pasada, también firmó una orden ejecutiva que prohíbe la perforación en alta mar en una enorme zona de aguas costeras, que abarca toda la costa atlántica y el este del Golfo de México, así como la costa estadounidense del Pacífico y parte del mar de Bering frente a la costa. de Alaska.
Y a mediados de diciembre, su gobierno fijó un nuevo y ambicioso objetivo climático como parte del histórico acuerdo de París, comprometiendo a Estados Unidos a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero entre un 61 y un 66% en comparación con el nivel de 2005 para 2035, con miras a lograr cero emisiones netas para 2050.
Los defensores del medio ambiente en Estados Unidos temen que el regreso de Trump, quien prometió expandir la extracción de petróleo y gas, esté marcado por una mayor erosión de las tierras públicas protegidas.
