Narrativo
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Encuentro con la novelista alemana que en la melancólica “Ver más” cuenta cómo hace veinte años compró y renovó brevemente un cine húngaro abandonado.
Es la historia de amor a primera vista. Un día de 2004, la novelista alemana Esther Kinsky, entonces radicada en Budapest, viajó a Hungría, a Alföld, esa región llana al este del río Tisza, donde el cineasta Béla Tarr rodó numerosas películas, entre ellas su Tango de Satan. En una pequeña ciudad poblada por serbios (en esta parte del país conviven muchos “grupos étnicos”), encuentra refugio en una posada después de una tormenta. Un edificio abandonado cercano le intriga. “¿Quieres comprar el cine?” le dice irónicamente un hombre. Ella dice hoy: “Tenía una pequeña casa en Londres que acababa de vender. Tenía dinero por primera vez en mi vida y cuando me encontré allí, en este pequeño pueblo húngaro, me dije: sólo esta vez en mi vida puedo hacer realidad un sueño”. Con la ayuda de los residentes, entre ellos el antiguo proyeccionista, el novelista rehabilitará este cine, “el Mozi”, lo reabrirá y traerá películas. Pero el cuento de hadas se interrumpe, rebobinar el flujo del tiempo es un proceso peligroso. Ver más es la historia melancólica con “detalles ficticios” de esta ave
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