El partido de sauna versus El hammam es ante todo cultural, entre un primero de los países nórdicos y un segundo de Europa central y los países del Magreb. Se trata, pues, de dos conceptos de bienestar: uno, la sauna correspondiente a un baño de vapor seco, con una temperatura que oscila entre 70°C y 100°C. Y el otro, el hammam que corresponde a la inmersión en una nube de vapor de agua, con un nivel de humedad capaz de alcanzar el 100% y una temperatura cercana a los 50°C.
Relajación y desintoxicación en ambos casos
En términos de salud y bienestar, ambos deberían favorecer la relajación con, gracias al calor, un efecto ‘detox’ de la piel gracias a la transpiración. Tenga en cuenta que el hammam lo limpiaría más a fondo. Por eso este último se considera una excelente preparación para exfoliaciones y otros masajes relajantes.
Los beneficios de la sauna.
La sauna, sin embargo, aportaría beneficios adicionales a nivel respiratorio (se asocia a una reducción del riesgo de neumonía) y cardiovascular, con una reducción del riesgo de accidente observada en los hombres (el estudio se refiere sólo a los hombres) que la utilizan regularmente. (2 a 7 veces por semana). También con una asociación favorable entre la duración de las sesiones y la reducción del riesgo de mortalidad cardiovascular: del 7% para quienes se bañan menos de 11 minutos, hasta el 52% entre los hombres que permanecen allí al menos 19 minutos.
Contraindicaciones de la sauna
Sin embargo, su práctica va acompañada de contraindicaciones en pacientes que padecen enfermedades cardiovasculares. En particular aquellos:
- padece insuficiencia cardíaca aguda descompensada o estenosis aórtica grave;
- sufre de angina inestable;
- Afectados por presión arterial alta no controlada.
Asimismo, deberán respetar unas cuantas recomendaciones:
- una temperatura idealmente situada entre 60°C y 80°C;
- primero siéntese en los bancos inferiores durante 2 o 3 minutos antes de pasar a la parte superior de la sauna, donde la temperatura es más alta;
- hacer sesiones cortas: de 5 a 10 minutos;
- Hidrátate bien al salir para evitar reacciones hipotensivas.
Contraindicaciones para el hammam.
En cuanto al calor húmedo del hammam, no parece recomendable para pacientes con enfermedades cardíacas, enfermedades respiratorias ni mujeres embarazadas. Sin olvidarnos de aquellos que padecen alguna enfermedad de la piel como el eczema. En cualquier caso, ante la más mínima duda, consulta con tu médico, para poder beneficiarte de ambos con total seguridad y tranquilidad.
Fuente: Instituto del Corazón de Montreal – aukkanen T, Khan H, Zaccardi F, Laukkanen JA. Asociación entre el baño en sauna y eventos fatales cardiovasculares y de mortalidad por todas las causas. Médico Interno JAMA. 2015;175(4):542–548. – Como en el hammam, de Véronique Noual y Matthieu Bergon, editor de Marabout.