Salidas aún no entregadas a la playa.

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Reservar viajes… aún no en la playa

Publicado hoy a las 21:00 horas.

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Nada nuevo en Oriente

Novedoso – La imponente obra de Christoph Hein es una de esas, demasiado raras, que cruza la frontera alemana para unirse al mundo francófono y lo hace desde hace treinta años gracias a Éditions Métailié y a la traductora Nicole Bary.

Dramaturgo, traductor de Molière y Racine, el autor nacido en 1944 y educado en Alemania del Este cuenta también en su producción literaria con numerosas novelas que miran hacia el pasado de una singular escisión nacional y recorren sus peligros iluminando destinos individuales.

Este es nuevamente el caso de “Disarray”, título que hace referencia a Musil y su “Disarray of the Student Törless”. Atrapado en las garras de un padre católico y de una intransigente vigilancia estatal, el joven estudioso Friedeward Ringeling se convertirá en profesor de la Universidad de Leipzig ocultando su homosexualidad a un alto precio. Christoph Hein alimenta su historia con un logrado sentido de la narración y aúna consideraciones históricas y cuestiones contemporáneas. EEB

Christoph Hein, “Desorden”, Ed. Métailie, 232 p.

Recuerdos a lápiz

“Los lápices”, un relato autobiográfico.

historietas – Es extraño cómo los recuerdos pueden desvanecerse y luego resurgir décadas después. En 2022, Frédéric Bihel, de 57 años, sigue las huellas de su pasado en Lemosín.

Acompañado de su madre, regresó al pueblo donde, a los 6 años, completó su primer año de escuela. Y recuerda las burlas de sus compañeros hacia el pequeño tartamudo que era entonces, un rubio solitario que se pasaba el tiempo leyendo su “Pif Gadget”, mientras ya dibujaba mucho. Al ser zurdo, sus deberes escritos con tinta violeta están llenos de manchas. Un día su padre se fue de casa. ¿Por qué? ¿Y quién es esta misteriosa niña que se parece a él y con la que se encuentra habitualmente en un ático, mientras hace novillos en el colegio?

Con lápiz y una escritura tan fina como alusiva, el autor francés construye un relato autobiográfico donde los vacíos, los fantasmas y los dolores vinculados a la primera infancia regresan por capas. El sabor de una pequeña magdalena que habría sido remojada en un café ligeramente amargo. UGP

“Los lápices”, Frédéric Bihel. Ed. Futuropolis, 120 p.

La canción de la hermana sanguijuela.

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Comedia – Thomas Sandoz ya había explorado la vena de la comedia, irritando en “Cruz de madera, Cruz de hierro” que se publica en edición de bolsillo, dramática en “La balada de los perdidos”.

Con “Mi hermana se lanza a cantar”, el Neuchâtelois despliega un tono humorístico pleno y asertivo, a través de los ojos de un joven abogado que lucha con una hermana tan invasiva como obstinada. Está decidido: ¡Soline empieza a cantar! Lo peor es de temer de quien consiguió “hacer irreconocible a Kendji Girac, algo que no se da a todos”. El que definitivamente ganaría un concurso egocéntrico hace que la vida del hermano sea un infierno.

Lealtades fraternales, amores frustrados, monoparentalidad, sueños de gloria fácil impulsados ​​por telecrochets o travesuras inmobiliarias se entrecruzan en esta animada historia que conecta las aventuras. Rasgando su mundo con malicia, Thomas Sandoz no duda en forzar la línea, un poco demasiado para nuestro gusto cuando se trata de Soline, la hermana sanguijuela, pero las novelas francófonas que asumen que su ambición cómica es rara, estaría mal. para enojarnos por nuestro placer. GRITAR

Thomas Sandoz, “Mi hermana se lanza a cantar”, Ed. de Hebe, 316 págs.; “Cruz de madera, cruz de hierro”, Floridas helvéticas, 272 p.

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