Entrevista
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El escritor y ex ejecutivo de publicidad ambienta su nueva novela en un zoológico. Entre crónica animal y thriller, la obra revela una impresionante comprensión del comportamiento de sus ocupantes, humanos y no humanos.
Darwin, el líder, resuelve conflictos, castiga las rebeliones, protege a las madres y a los niños. A cambio de ello, disfruta de acceso privilegiado a las hembras y a la comida. Luego están Djeke, Groucho, Chico y Harpo, machos de alto rango, cada uno con su pequeño harén de hembras, excepto Harpo que prefiere los machos. Todo el mundo codicia el lugar de Darwin. El día que Chico está a punto de cometer un error muy grande, se retira en el último momento y “Empieza a rodar por el suelo mientras lanza pequeños gritos, como un futbolista astuto en el área penal”. Bienvenido al despiadado mundo de los babuinos en un zoológico, en algún lugar de Francia en un día caluroso.
En el zoológico también está Emma, una orangután hembra que residía en un burdel en Yakarta antes de ser exfiltrada por una ONG. Y Anil, un yak de China que literalmente se muere de calor. Su condición no mejora cuando muerde un termómetro de mercurio que le proporcionó el aprendiz ecuatoriano. También hay 27 especies de serpientes, una tortuga de más de un siglo, un morabito con cabeza de viejo notario, un león, sus tres leonas y sus cachorros. De paso nos enteramos de que, en la naturaleza, muchos cachorros de león mueren antes de cumplir un año, víctimas de las hienas. “o su padre, como en las tragedias griegas o los dramas sobre el alcohol”. También hay y sobre todo un puma argentino con ojos diferentes (uno azul, otro amarillo). Al rastrear a los visitantes y
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