Educación. Cinco consejos para dar o recuperar el gusto por la lectura a los niños

Educación. Cinco consejos para dar o recuperar el gusto por la lectura a los niños
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Uno de cada tres jóvenes de entre 16 y 19 años no lee en absoluto como parte de sus actividades de ocio, según la última encuesta del Centro Nacional del Libro que constata un «descenso preocupante». Año tras año, las pantallas ocupan cada vez más espacio. ¿Cómo podemos entonces devolver a las generaciones más jóvenes el deseo de leer? Aquí tenemos cinco consejos de Valérie d'Aubigny, directora editorial del comité de lectura y del sitio web 123loisirs.com. Acaba de publicar Fomentando el gusto por la lectura en los niños de 0 a 16 años

publicado por Artège.

“Haz del libro un momento de placer compartido”

Este es su principal consejo: “Desde muy pequeño, hay que hacer de los libros una ocasión para pasar un rato alegre con el niño, un momento de intercambio, de asombro con él”, recomienda Valérie d’Aubigny. En este sentido, el cuento antes de dormir es un encuentro crucial. “Es un momento de escucha, de intercambio, de descubrimiento, de estar cerca el uno del otro, que forja un cemento extraordinario”. Lo ideal es introducirlo “entre los seis y los ocho meses, con pequeños libros de cartón, de colores, del tamaño de sus manos, que despierten los sentidos”, aconseja la experta.

¿Y por qué no mantener este encuentro con los adolescentes mayores o incluso con los jóvenes? “Puede ser una lectura en voz alta, en familia, de un fragmento de un libro que te haya gustado especialmente, de unos versos de poesía que te hayan emocionado. No hace falta reservar mucho tiempo, puede ser un intercambio de unas pocas líneas”.

Considere los audiolibros

¿No siempre tienes tiempo para sentarte? Piensa en los audiolibros. “Escuchar puede ser una puerta de entrada, menos intimidante que un gran libro con muchos carteles”, subraya Valérie d'Aubigny. “Hay muchos. La colección Écoutez lire, de Gallimard jeunesse, por ejemplo, permite descubrir obras clásicas leídas por actores”, afirma la experta.

También se puede alternar: “una noche, un capítulo leído, la siguiente, un capítulo escuchado”. Los audiolibros también son ideales para los viajes largos en coche. Se trata de una oportunidad para un momento de convivencia en familia que puede dar gusto a las palabras.

Cuida el objeto libro

“El gusto por la lectura está íntimamente ligado al interés que se desarrolla desde muy temprano por el libro-objeto”, escribe Valérie d’Aubigny. “Es importante cuidarlo, sin sacralizarlo”, explica, “porque podría llegar a resultar intimidante. Pero hay que aprender a no hacer cualquier cosa con él. No, no se camina sobre una alfombra de libros”.

Coloca una pequeña estantería en la habitación de tu hijo, que le encantará ordenar. Así creará su propio mundo, en el que estará orgulloso de completar sus colecciones. “No es una cuestión de medios”, insiste el experto, que aconseja visitar las bibliotecas y explorar las cajas de libros. Pero hay que tener cuidado, “porque allí se puede encontrar de todo y un libro, como una película, puede hacer daño”. Sin teleguiar todo, hay que apoyar a tu hijo en sus elecciones de lectura hasta que sea capaz de discernir por sí mismo si un libro se adapta o no a su madurez emocional.

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El manga ha experimentado un ascenso meteórico y, entre los 13 y los 15 años, los chicos se entusiasman con él. Este género representa más de las tres cuartas partes de sus lecturas personales, según cifras del Centro Nacional del Libro.

¿Todo es bueno para leer? “Sería una pena privarse de ciertos géneros, porque cada uno tiene una sensibilidad única y es mucho mejor si exploramos diferentes tipos de libros. Esto abre la curiosidad y ayuda a entrenar el pensamiento crítico”, afirma nuestra especialista. “Pero hay que tener cuidado de no dejarse absorber por completo por un género, sea cual sea. Si es el caso de tu hijo adolescente, habla con él –con tacto–, habla de su libertad –tan querida para los adolescentes– para poder frenar ese género que le está “devorando” y propónle otras ideas de lectura. Pónselas a su disposición sin imponerlas”. Y en su nueva búsqueda, dale también la libertad de no terminar un libro.

“Atrévete a ser bella y grande para disparar el gatillo”

Algunas obras se reeditan con un vocabulario y una gramática más sencillos. ¿Hay que preferirlas para despertar el placer de la lectura? “Hay dos tipos de obras simplificadas”, distingue Valérie d’Aubigny.

“Encontramos clásicos abreviados, que pueden ayudar a entrar más fácilmente en una obra difícil y a veces está muy bien hecho. Pero también hay historias adaptadas, como las de las bibliotecas rosa y verde, en las que olvidamos por ejemplo el pasado simple. Qué pena. Le quita la magia que nos hace querer leer. ¿Qué hay más maravilloso que encontrarnos con una palabra cuyo significado no captamos del todo? Tomemos la palabra “tintinnabuler”, ¿no es fabulosa? La simplificación no tiene en cuenta las capacidades que pueden desplegarse en los niños, y esto nos encierra en un círculo vicioso. Porque cuanto más simplificamos, menos capaz será el niño de leer vocabulario difícil y entrar en tiempos complicados. ¿Hasta dónde nos llevará esta espiral descendente? Atrévete a ser bello y grandioso para entrar en la lectura, la parte maravillosa quizás desencadene el detonante. No necesariamente tendrás más éxito entrando por la puerta baja”.

Encuesta CNL/Ipsos publicada en abril de 2024.

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