La minoría alauita, de la que procede el depuesto presidente Bashar al-Assad, salió a las calles tras la difusión de un vídeo que mostraba la destrucción de uno de sus santuarios.
Un manifestante murió el miércoles en Homs, en el centro de Siria, después de que las fuerzas de seguridad abrieran fuego para dispersar a los sirios alauitas que protestaban contra un ataque a uno de sus santuarios, dijo una ONG.
“Un manifestante murió y otros cinco resultaron heridos después de que las fuerzas de seguridad en Homs abrieran fuego para dispersar a los manifestantes” salieron a las calles tras la difusión en redes sociales de un vídeo que muestra “un ataque de combatientes” contra un santuario alauí en Alepo (norte), afirmó a la AFP el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdel Rahmane.
Miles de sirios de la minoría alauita, de la que procede el depuesto presidente Bashar al-Assad, se manifestaron el miércoles en varias ciudades de Siria tras la difusión de un vídeo que mostraba un ataque a uno de sus santuarios.
Se trata de las primeras manifestaciones de alauitas desde el derrocamiento de Bashar al-Assad por una coalición de rebeldes liderada por el grupo islamista radical Hayat Tahrir al-Sham (HTS), que entró en Damasco el 8 de diciembre tras apoderarse durante 11 días de gran parte del país. .
Según testigos y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), miles de sirios se manifestaron en las localidades costeras de Tartus, Jableh y Latakia, en el oeste del país, donde está muy arraigada la comunidad alauí, una rama del islam chií.
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El OSDH confirmó concentraciones similares en Banias y Homs, la gran ciudad central donde la policía decretó, según la agencia oficial Sana, un toque de queda nocturno de 6 de la tarde a 8 de la mañana. Las autoridades locales de Jableh también anunciaron un toque de queda nocturno.
La ira de los alauitas estalló tras un vídeo que circuló en las redes sociales mostrando “un ataque de combatientes” contra un santuario alauí en el distrito de Maysaloon, en Alepo (norte), la segunda ciudad más grande de Siria, según el OSDH. Cinco empleados del santuario incendiado murieron, según la ONG.
“Queremos la paz”
En Damasco, el Ministerio del Interior aseguró que el vídeo fue “viejo” y data de la captura de Alepo por los rebeldes el 1 de diciembre. “El objetivo de volver a hacer circular este tipo de imágenes es sembrar discordia entre el pueblo sirio (…)”añadió, acusando “grupos desconocidos” del ataque.
Las nuevas autoridades han intensificado los gestos de seguridad hacia todas las minorías en un país traumatizado por la guerra.
En Jableh, los manifestantes corearon “Alauitas, sunitas, queremos la paz”indicó a la AFP un manifestante, Ali Daoud, pidiendo “castigar a los atacantes”.
Las imágenes mostraban a una multitud marchando por la calle, ondeando la bandera de la época de la independencia de los rebeldes.
“No a la quema de lugares sagrados y a la discriminación religiosa, no al sectarismo, sí a una Siria libre”¿podríamos leer en un cartel?
En Latakia, los manifestantes denunciaron “violaciones contra la comunidad alauí”según Ghidak Mayya, un manifestante de 30 años. “Por el momento escuchamos llamadas a la calma (…) Pero la situación podría estallar”.
Después de que Bashar al-Assad huyera a Moscú tras la ofensiva rebelde, los miembros de la minoría alauita celebraron su caída, pero dijeron que temían la marginación o, peor aún, represalias.
Según el politólogo Fabrice Balanche, “Los alauitas estaban muy cerca del régimen de Bashar”de los cuales constituyeron el “guardia pretoriana”. Calcula que actualmente su número asciende a 1,7 millones, o alrededor del 9% de la población.