El primer ministro encargado de la transición en Siria, Mohammad al-Bashir, inmediatamente designado, prometió el martes calma y estabilidad a los sirios, dos días después de la caída del poder de Bashar al-Assad durante una deslumbrante ofensiva de una coalición de rebeldes.
Tras la huida de Bashar al-Assad a Rusia y la entrada de los rebeldes en Damasco el domingo, la vida ha vuelto a la normalidad en la capital siria, donde los negocios han reabierto. Pero para muchos sirios, la prioridad sigue siendo la búsqueda de sus seres queridos desaparecidos atrapados en décadas de feroz represión por parte del clan Assad.
En la misma línea, Abu Mohammad al-Jolani, líder del grupo islamista radical Hayat Tahrir al-Sham (HTS) al frente de la coalición rebelde en Siria, dijo a Sky News desde Damasco que “la gente está agotada por el país no está preparado para otra y no se encontrará en otra (guerra)”.
También pidió a los sirios en el extranjero que regresen a casa para permitir que el país “prospere”, en una entrevista publicada el miércoles en el diario italiano Corriere della Sera.
“Preservar la estabilidad”
Mohammad al-Bashir presidió una reunión que reunió a los nuevos ministros y a los del poder depuesto. “La misión del gobierno interino es preservar la estabilidad de las instituciones y evitar la desintegración del Estado”, afirmó. A Mohammad al-Bashir Bashir se le encomendó la tarea de liderar el gobierno de transición hasta el 1 de marzo.
Nacido en 1983, el Primer Ministro ha dirigido en los últimos años la administración de los rebeldes en Idlib, su bastión en el noroeste del país. En esta ciudad, los rebeldes han instalado una especie de laboratorio islamo-conservador, deseosos de gestionar los servicios públicos y demostrar su aptitud para el gobierno. Idlib presenta un panorama lejano del terror ejercido por el caído califato del Estado Islámico. Pero el marco religioso es estricto: el culto cristiano está autorizado pero se han eliminado las cruces de las iglesias.
Mohammad al-Bashir, sin embargo, aseguró el miércoles que en el país se garantizarán los derechos de todas las religiones.
HTS, antigua rama siria de Al Qaeda, afirma haber roto con el yihadismo, mientras que los países occidentales, incluido Estados Unidos, lo clasifican como terrorista.
Optimismo cauteloso
Con cautela, la comunidad internacional ha observado signos bastante positivos hacia las minorías y la ausencia hasta el momento de represalias a gran escala contra los partidarios del dictador derrocado.
Antes del nombramiento de Mohammad al-Bashir, el enviado de la ONU para Siria, Geir Pedersen, indicó que estaba en contacto con HTS, destacando que esta organización y otros grupos armados “enviaron un mensaje positivo al pueblo sirio”.
“La prueba más importante” será la realización de la transición, subrayó, no obstante.
La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, habló de “enormes desafíos” por delante, esperando que Siria no repita los “escenarios aterradores” de Irak, Libia y Afganistán.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, declaró por su parte que Estados Unidos “reconocerá y apoyará plenamente un futuro gobierno sirio resultante de un proceso (político) inclusivo”.
Cientos de ataques israelíes
Desde la caída de Bashar al-Assad, enemigo de Israel, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que su país “no permitirá que ninguna fuerza hostil se establezca en su frontera”.
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El ejército israelí dijo que llevó a cabo cientos de ataques en varias ciudades de la vecina Siria en 48 horas contra sitios militares estratégicos “para evitar que caigan en manos de elementos terroristas”. Los líderes israelíes parecen temer que se esté gestando el caos en Siria y están actuando en consecuencia, dicen los expertos.
El Ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ordenó al ejército que estableciera “una zona libre de armas y amenazas terroristas en el sur de Siria”. Anteriormente, las tropas israelíes tomaron posiciones “en la zona de amortiguación” en el borde de la parte del Golán sirio ocupada por Israel.
Según un funcionario de la ONU en Nueva York, que pidió no ser identificado, las fuerzas israelíes ocupan siete posiciones en la zona de amortiguación.
hkr con ats