El 27 de noviembre de 2024un grupo de diputados presentó a la Asamblea Nacional un proyecto de ley destinado a incluir en la Constitución la derecho al agua potable. Este texto transpartidista, con la notable excepción de la Agrupación Nacional, busca consagrar este derecho fundamental como un pilar de la Carta Ambiental. En un contexto donde casi 490.300 franceses no tienen acceso al agua potableesta iniciativa podría marcar un importante punto de inflexión en la política medioambiental y social del país.
Un derecho humano reconocido internacionalmente
El proyecto de ley establece en su artículo único que “el derecho al agua potable y al saneamiento es un derecho humano, esencial para el pleno disfrute de la vida y el ejercicio de todos los derechos humanos”. Este enfoque se basa en precedentes internacionales: 178 estados en todo el mundo ya reconocen este derecho en su legislación o en resoluciones internacionales. Entre ellos, países como Bolivia, Sudáfrica y Eslovenia integran explícitamente este derecho en su Constitución..
Para Francia, el objetivo es claro: alinear su marco legislativo con estos estándares internacionales y garantizar un acceso equitativo al agua para todos, particularmente en los territorios de ultramar donde las disparidades son flagrantes.
Desigualdades flagrantes en el acceso al agua
Las cifras son alarmantes. En Francia continental, 490.300 personas viven sin acceso seguro al agua potable, mientras 882 000tienen que lidiar con una infraestructura sanitaria inadecuada. Estas dificultades se agravan en los territorios de ultramar. En Guadalupelos residentes pagan por el agua el doble de caro que en Francia continental, mientras que la tasa de pobreza allí es el doble de alto. En Guayanaentre 15 y 20 % de la población aún no tiene acceso al agua potable.
TIENE Reunióncasi uno de cada dos habitantes se ve obligado a consumir agua considerada sucia. Estas desigualdades revelan un problema estructural real, particularmente relacionado con las deterioradas redes de distribución y la falta de financiación pública para las obras de saneamiento..
El calendario legislativo para esta propuesta sigue siendo incierto. Los eurodiputados esperan una revisión del texto antes de la Día Mundial del Aguael 22 de marzo de 2025. Sin embargo, se avecinan desafíos políticos. El apoyo interpartidista, esencial para la reforma constitucional, podría verse limitado por diferencias ideológicas. Por ejemplo, la Agrupación Nacional, acusada por algunos diputados de favorecer una visión utilitarista más que humanista, ya rechazó el proyecto..
¿Qué derechos concretos para los ciudadanos?
Incluir el derecho al agua en la Constitución podría suponer varios avances para la ciudadanía:
• Acceso garantizado a agua potable de calidad : Las autoridades locales estarían legalmente obligadas a invertir en infraestructuras modernas.
• Recursos legales reforzados : Los usuarios podrán acudir a los tribunales en caso de vulneración de sus derechos fundamentales.
• Regulación de precios justos : Las diferencias de precios entre Francia continental y ultramar podrían revisarse a la baja.
Una emergencia ecológica y social
Más allá de las consideraciones legales, esta iniciativa plantea cuestiones cruciales sobre la gestión del agua en un contexto de calentamiento global y presión demográfica. Francia, a pesar de su condición de país desarrollado, debe responder a un doble imperativo: garantizar la justicia social y anticipar los futuros desafíos ecológicos..
Esta propuesta, presentada por parlamentarios convencidos de la necesidad de actuar, es una respuesta contundente a las desigualdades flagrantes y las emergencias ambientales. Sin embargo, el camino hacia la inclusión en la Constitución estará plagado de obstáculos, en particular debido a las limitaciones presupuestarias y la oposición política. ¿Se reconocerá finalmente el derecho al agua como derecho humano en Francia?