El 22 de noviembre de 2024, Nueva Delhi, la capital india, amaneció una vez más bajo una espesa nube de contaminación. Este fenómeno, provocado por una combinación de quemas agrícolas, emisiones industriales y tráfico de automóviles, representa mucho más que un simple problema de salud pública: provoca pérdidas económicas colosales, estimadas en casi 100 mil millones de dólares (alrededor de 91 mil millones de euros). Lejos de limitarse a estadísticas, esta contaminación perturba la vida cotidiana de millones de indios y pone en peligro el futuro económico del país.
Un problema arraigado en prácticas económicas y climáticas
La contaminación del aire en la India proviene de varias fuentes:
1. Industrias y transportes : Las emisiones de las fábricas y los vehículos de motor son las principales responsables de los altos niveles de partículas finas PM2,5 y PM10, que afectan directamente a la salud humana.
2. Quema agrícola : Cada otoño, los agricultores de las regiones vecinas queman los residuos de sus cosechas de arroz para preparar sus campos, lo que contribuye a un aumento espectacular de las partículas tóxicas en el aire.
3. Clima y geografía : Las temperaturas más bajas en invierno empeoran el problema al atrapar partículas en las capas inferiores de la atmósfera.
Los niveles de PM2,5 en Nueva Delhi han alcanzado hasta 60 veces los umbrales recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según IQAir.). Esta observación ilustra una emergencia sanitaria y ecológica que requiere soluciones sostenibles.
Consecuencias económicas: un impacto creciente y preocupante
Estas pérdidas representan aproximadamente el 3% del PIB anual de la India y más del doble del gasto en salud pública. Además, solo en Nueva Delhi, la contaminación provocó una caída del 6% en el PIB regional en 2019. Los sectores más afectados incluyen obras públicas, comercio y turismo. Por ejemplo, las suspensiones periódicas de las obras de construcción durante los picos de contaminación retrasan los proyectos y aumentan los costos, como señaló Sanjeev Bansal, de la Asociación de Constructores de la India..
En 2019, la contaminación del aire causó aproximadamente 1,67 millones de muertes prematuras en la India, o el 18% de la mortalidad total registrada ese año. Las enfermedades respiratorias crónicas, el cáncer de pulmón y las enfermedades cardiovasculares están aumentando, lo que genera costes indirectos para las familias y la economía. la revista medica la lanceta confirma estas cifras preocupantes y destaca el aumento esperado de estos impactos a medida que la población de la India envejece. Si no se toman medidas drásticas, las pérdidas humanas y económicas no harán más que empeorar.
Débil respuesta política e iniciativas locales.
Los esfuerzos para reducir la contaminación enfrentan obstáculos importantes:
• Falta de voluntad política : A pesar de las campañas nacionales para limitar las quemas agrícolas y promover las energías renovables, los resultados son insuficientes.
• Medidas temporales : El cierre de escuelas, las recomendaciones de teletrabajo y las restricciones de tráfico durante los picos de contaminación son paliativos, pero no abordan las causas profundas.
• Oportunidades perdidas : Según el Banco Mundial, si la India hubiera reducido la contaminación a la mitad en 25 años, su PIB podría haber sido mayor en un 4,51% en 2023.