METROAhora que Donald Trump ha regresado al poder y su entorno está multiplicando declaraciones aproximadas sobre la responsabilidad militar de Europa, los líderes deberían ser proactivos a la hora de relanzar una vieja idea: la europeización de la OTAN. ¿Por qué este concepto?
En primer lugar porque, más allá de Trump, la sociedad estadounidense está cambiando más rápidamente de lo esperado. Según la Oficina del Censo de Estados Unidos, el 90% de los estadounidenses eran de origen europeo en el momento de la firma del Tratado Atlántico en 1949. Serán menos de la mitad en 2050, según diversas proyecciones.
Lo mismo ocurre con el comercio: la proporción de importaciones y exportaciones de bienes a Europa ascendía a más del 40% del comercio exterior estadounidense en 1950. Esta misma proporción también se ha reducido a la mitad hasta alcanzar hoy el 20-21%, según cálculos basados en ellos. sobre el intercambio de mercancías cifradas por la aduana estadounidense.
Desarrollar un plan de transición
Otra señal, paralela a las tendencias subyacentes mencionadas anteriormente: según el Pentágono, Estados Unidos sólo ha enviado alrededor de 20.000 tropas adicionales a Europa desde la invasión rusa de Ucrania, lo que eleva el total actual a alrededor de 100.000, sólo un tercio de las Volúmenes militares estadounidenses vistos durante la Guerra Fría.
Europa seguirá siendo un interés vital para Estados Unidos debido al tamaño de su economía. Pero es hora de dejar de fingir que la antigua relación puede restablecerse por completo. Sin atreverse a reconocerlo oficialmente, los europeos ya están en proceso de europeizar la OTAN, de facto: aumento de los presupuestos de defensa, integración de Finlandia y Suecia este año, apoyo mayoritario de los europeos a Ucrania. Creemos que sería hora de reconocer este cambio para planificarlo mejor. ¿Cómo podría ser ese plan de transición de aquí a 2050?
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En primer lugar, la Unión Europea (UE) debería desempeñar un papel más importante en la adquisición y movilización de activos de defensa europeos para apoyar las actividades de la OTAN. La UE tiene capacidades financieras de las que carece la OTAN, como endeudarse para financiar proyectos de defensa. Cuando la Alianza establezca normas y objetivos de contratación, la Unión proporcionará los recursos.
La UE ya ha logrado grandes avances desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022. La Estrategia Industrial Europea de Defensa de 2023, por ejemplo, tiene como objetivo aumentar la preparación en materia de defensa y fortalecer la base tecnológica e industrial de defensa de la UE, con el objetivo de acercar “Los Estados miembros comprarán al menos el 40% de los equipos de defensa de forma colaborativa y el 50% dentro de la UE para 2030, aumentando al 60% para 2035” [comme l’indique le site de la Commission européenne]. Hoy en día, el 78% de las adquisiciones de defensa en Europa provienen de fuera de Europa.
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