Varios científicos de renombre están preocupados por la posible interrupción de una importante corriente oceánica a finales de siglo. El cierre de la AMOC en el Océano Atlántico constituiría un punto de inflexión con consecuencias dramáticas.
Publicado a las 5:00 a.m.
¿Qué es AMOC?
Este es el acrónimo en inglés de Atlantic Meridional Overturning Circulation. Más concretamente, se trata de un sistema de corrientes oceánicas en el océano Atlántico, que desempeña un papel como regulador del clima. La AMOC asegura la circulación de aguas frías y calientes entre el norte y el sur.
¿Por qué es importante esta corriente oceánica?
Si Europa es mucho más suave, sobre todo en invierno, es gracias a AMOC, explica Frédéric Fabry, profesor de ciencias oceánicas y atmosféricas en la Universidad McGill. “Si comparamos Vancouver con Brest, el clima no es exactamente el mismo, incluso si las dos ciudades están en la misma latitud. El norte de Europa es mucho más cálido y sabemos que esto se debe en gran medida al vuelco de la corriente del Atlántico. Gracias a estas corrientes, el norte de las Islas Británicas y Escandinavia son mucho más cálidos que el sur de Alaska”, subraya Fabry.
¿Cómo se está calentando el clima en Europa?
Básicamente, la AMOC trae agua más cálida desde el sur al Atlántico norte, lo que ayuda a calentar el clima en Europa. Una vez al norte, el agua se enfría. Cuanto más fría es el agua salada, más densa es: luego se hunde hacia el fondo marino y el AMOC “serpentea” en el Atlántico hacia el sur, donde el agua sube a la superficie a medida que se calienta, explica Frédéric Fabry. Esta circulación de agua es fundamental para mantener un cierto equilibrio climático en el hemisferio norte.
¿Qué está pasando ahora con esta corriente?
“Vemos que el Atlántico Norte es uno de los pocos lugares del planeta que no se está calentando. No se calienta, precisamente porque esta circulación se ralentiza”, explica Frédéric Fabry. Es un fenómeno conocido y comprobado con los resultados de varias mediciones y modelos climáticos, precisa.
¿Cómo puede una corriente simplemente detenerse?
“La clave, lo que hace que esta corriente funcione, es que el agua salada y fría logra sumergirse”, menciona Frédéric Fabry. Con el cambio climático, el agua se está calentando. Los vientos que empujan esta corriente tienden a disminuir, lo que provoca que en nuestras latitudes llueve más y el agua del mar se vuelve menos salada. Se vuelve cada vez menos denso y la circulación del AMOC se ralentiza. Lo que asusta a los científicos es que el agua se adelgaza lo suficiente y se queda en la superficie, y ahí es cuando todo se detiene. »
¿Ha sucedido esto alguna vez?
“Esta corriente ya se detuvo al final de la última glaciación durante un período de aproximadamente 1.000 años”, indica el profesor Fabry. En Groenlandia aún disponemos de hielo de esta época para poder obtener información sobre el clima: la temperatura media ha bajado entre 5 y 10 grados [Celsius]. Estamos hablando de grandes cambios. »
¿Qué pasaría si AMOC se detuviera?
“Si eso sucede, el clima como el que tenemos en Europa cambiará dramáticamente. El norte de Europa se volverá mucho más frío”, afirma Frédéric Fabry. En América del Norte, la principal consecuencia sería un nuevo aumento del nivel del mar, que ya está aumentando.
¿Y quiénes son estos científicos preocupados por la AMOC?
A mediados de octubre, unos 40 científicos firmaron una carta abierta en la que afirmaban que los riesgos de una interrupción del AMOC estaban “muy subestimados”. “Un cambio de este tipo en la circulación oceánica tendría efectos devastadores e irreversibles, en particular para los países nórdicos, pero también para otras partes del mundo”, escribieron los firmantes, entre ellos el climatólogo estadounidense Michael Mann y Stefan Rahmstorf, climatólogo del Instituto de Potsdam para Investigación del impacto climático en Alemania.
¿Tienen razón en estar preocupados?
Durante mucho tiempo se creyó que el riesgo de que la AMOC se desbaratara antes de finales de siglo era inferior al 10%. Estudios más recientes afirman que sería mayor. “Ahora me temo que llevaremos a AMOC a superar este punto de inflexión en las próximas décadas. Si me preguntas mi opinión, diría que el riesgo de que en este siglo crucemos el punto de inflexión es de aproximadamente 50/50”, dijo Stefan Rahmstorf al diario el guardiánel 23 de octubre. “Una vez que esa energía se detiene, no es fácil reiniciarla. Por eso hablamos de un punto de inflexión. Estamos hablando de un fenómeno que duraría miles de años. No sabemos cuándo va a suceder, pero sabemos que cuando suceda, será para siempre. Por eso la gente está nerviosa”, afirma Frédéric Fabry.
Lea la carta publicada por los científicos (en inglés)
Lea la entrevista diaria de Stefan Rahmstorf el guardián (en Inglés)