El viernes 3 de mayo, el personal del hospital de Independence, Missouri, recibió una alerta desde la sala en la que una mujer esperaba diálisis. Ella no respondía y, aunque le recuperaron el pulso, sólo pudieron declarar muerte cerebral.
Ronnie Wiggs, su marido, que estaba presente en el hospital, regresó más tarde a casa. El sábado murió la esposa y el marido regresó con su hijo. Fue entonces cuando el personal del hospital lo escuchó decir: “Yo lo hice, la maté, la estrangulé”, según ABCNews.
Alertada, la policía detuvo a este hombre de 75 años, quien explicó que había matado a su esposa porque ya no podía pagar los duros tratos a los que estaba sometida. Dijo que le tapó la nariz y la boca para evitar que gritara.
Dijo que había intentado matarla en otra ocasión antes, cuando ella estaba en un centro de rehabilitación y dormía, pero ella se despertó y le dijo que no volviera a hacerlo. Obviamente él no la escuchó.
Ronnie Wiggs compareció ante el tribunal el lunes acusado de asesinato en segundo grado y su fianza se fijó en 250.000 dólares.
