El practicante de 56 años, que trabaja en una clínica privada de la ciudad, fue imputado el 24 de septiembre por lesiones involuntarias que resultaron en menos de tres meses de interrupción temporal del trabajo, agravadas por la violación claramente deliberada de una obligación de seguridad o precaución. .
Este urólogo, que realizaba operaciones de proctología, fue puesto bajo supervisión judicial con prohibición de realizar procedimientos quirúrgicos. Se enfrenta a un año de prisión.
Se presentaron una cincuentena de denuncias de pacientes que sufrieron graves secuelas tras las operaciones realizadas por este médico del policlínico del Franco Condado. Pero como los hechos ocurridos antes de junio de 2008 habían prescrito, sólo se conservaron 37 expedientes de víctimas de entre 27 y 70 años.
El médico prometió operaciones milagrosas para las hemorroides, sin advertir a sus pacientes de los riesgos. Más tarde descubrieron que padecían, por ejemplo, incontinencia grave, explica Manteaux. Su vida cotidiana se ha visto muy impactada, todos dicen que se ha convertido en un infierno, añadió el magistrado.
Algunas sufren de incontinencia grave a los 30 o 40 años, abandonadas por su cónyuge y obligadas a usar pañales, según el magistrado. “Estos son pacientes que, una vez operados, se encogieron de miedo. Comenzaron a hablar entre ellos y se dieron cuenta de que, contrariamente a lo que les aseguró el practicante, no estaban solos”.
El urólogo apeló su acusación, así como su puesta bajo supervisión judicial. “Considera que es muy buen proctólogo y que estas secuelas son un riesgo terapéutico”, afirmó el fiscal.
Los peritajes emitidos en este contexto revelan una grave falta de información a los pacientes sobre los riesgos quirúrgicos y los problemas del procedimiento quirúrgico. También señalan que existen pocas cirugías reconstructivas para estas víctimas.
