Autor de 33 puntos y 12 asistencias, Tyrese Maxey fue el instrumento principal en la victoria de los Sixers en la cancha de Boston. El dirigente de 24 años ofrece una gran actuación en el segundo día de Navidad de su carrera.
Ninguna Navidad es igual y esa es la lección del día de Tyrese Maxey. El año pasado, el joven dirigente de 24 años descubrió la Navidad con una actuación catastrófica ante Miami. 12 meses después, Maxey dejó las cosas claras con un partido XXL en la cancha del actual campeón, lo siento.
33 puntos, 12 asistencias, 3 intercepciones, 52% de tiros para Tyrese, que supo acelerar en el momento justo para poner contra las cuerdas a Boston. Con 18 puntos en el descanso, Maxey ya había comenzado bien su negocio, especialmente puso a toda Filadelfia sobre sus hombros al comienzo del tiempo de dinero con Joel Embiid y Paul George (no fue una gran pérdida esta noche) en el banco. Autor de 13 de sus 33 puntos sólo en el último acto, fue un jefe.
Su dúo con Caleb Martin (23 puntos) al inicio del último cuarto cerró todo el TD Garden, y los Celtics concedieron un 23-8. Si Maxey fue genial, también podría haberle costado caro a su equipo, como con sus tres pérdidas de balón consecutivas y muy evitables que permitieron a Boston ir 7-0 y regresar a solo tres cuerpos.
No fue suficiente para perturbar indebidamente al talentoso All-Star, que completó su trabajo en la línea para conseguir el segundo partido de su carrera con un 30/10 y, sobre todo, para ofrecer una victoria de referencia a su equipo. La superestrella de los Sixers esa noche fue Tyrese Maxey.
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