El Secretario de Estado responsable de la ciudadanía y de la lucha contra las discriminaciones, Othman Nasrou, viajará este lunes a los Alpes Marítimos, en particular para tratar el tema de la prevención de la delincuencia. También tuvo la oportunidad de expresar su intención de acelerar la aplicación de la ley Darmanin en el aspecto de la integración. En particular, pretende condicionar la obtención de un permiso de residencia a la superación de un examen de francés.
¿Por qué el gobierno quiere aumentar el nivel de requisitos para los recién llegados a Francia?
Debemos ser más exigentes y garantizar que quienes deseen establecerse en Francia compartan nuestros valores y puedan integrarse. Hoy el motor de la integración está roto, debemos reiniciarlo: un mejor dominio del francés así como una comprensión profunda de los valores, las leyes y la cultura de nuestro país serán condiciones esenciales para la estancia en el futuro. Esto es esencial para la cohesión nacional.
¿Cuáles son exactamente estos requisitos que planea aumentar?
Hasta ahora, los recién llegados debían realizar un determinado número de cursos de francés como parte del proceso de integración; ahora deberán aprobar un examen y demostrar un cierto nivel de dominio del idioma. Este será el caso de las solicitudes de tarjeta de residente y de las solicitudes de permiso de residencia plurianual. Estas disposiciones son posibles gracias a la ley de inmigración aprobada a principios de 2024. Junto con el Ministro del Interior, aceleraremos su implementación a partir de julio de 2025.
¿Se trata sólo de aprender francés?
No, el dominio de la lengua francesa es condición necesaria pero no suficiente. Esperamos también una adhesión clara y sincera a los valores de la República. En concreto, implicará no sólo conocer la cultura francesa, su historia, sus valores, sino también demostrar adhesión a lo que nos permite formar una sociedad: el laicismo, la igualdad entre mujeres y hombres, el rechazo a la homofobia, el racismo y el antisemitismo… Se reforzará la enseñanza de estos grandes principios y se validará su aprendizaje mediante pruebas. Me gustaría que empezáramos a pensar también en la duración del contrato de integración: un año no es suficiente, debemos aumentar su duración en dos o tres años para garantizar la integración real y efectiva de aquellos a quienes acogemos.
¿Esto va de la mano del control de los flujos migratorios?
Es obvio. El Ministro del Interior, Bruno Retailleau, tiene razón al liderar esta lucha. Una mejor integración también requiere controlar y reducir los flujos migratorios. En Francia no tenemos capacidad para integrar a 550.000 extranjeros cada año, estas son las cifras para 2023.
Algunos temen que esto pueda crear barreras para quienes buscan establecerse en Francia. ¿Cómo responde a estas preocupaciones?
Esperar que aquellos a quienes acogemos respeten nuestras leyes y valores y demuestren con el tiempo un deseo de integrarse responde a las expectativas de los franceses y a los intereses del país. Al proporcionar un marco de estándares más altos, también ofrecemos a los recién llegados las herramientas necesarias para integrarse mejor, prosperar en su nueva vida y evitar que se conviertan en habitantes de segunda clase. Abrir las fronteras y no exigir nada a los que llegan es en realidad una falsa generosidad.
En Niza participarás en la cena Crif. ¿La lucha contra el antisemitismo forma parte de esa base de valores a integrar cuando se quiera instalarse en Francia?
Completamente. La cuestión de la lucha contra el antisemitismo es esencial. En 2023, los actos antisemitas se cuadriplicaron. El gobierno está totalmente movilizado, esta lucha todavía está por delante.