El movimiento de base “Lanzarote Loves Tourism”, formado inicialmente como una respuesta espontánea a los desafíos que enfrenta la industria hotelera de la isla, está dando un importante paso adelante al convertirse en una asociación oficial. Esta decisión se produce tras la impactante presencia del grupo en el World Travel Market celebrado la semana pasada en Londres.
Lo que comenzó como un esfuerzo improvisado para mostrar apoyo a los turistas en Lanzarote, como resultado de las manifestaciones 20A y 20O que inquietaron a los visitantes de la isla, ahora se ha solidificado en una iniciativa estructurada con ambiciones a largo plazo.
El grupo pretende obtener la aprobación oficial de su estatus de asociación a finales de noviembre, lo que le permitirá operar con mayor estabilidad e influencia, bajo el liderazgo del empresario local, Augusto Ferrera.
Una voz positiva en tiempos turbulentos
El movimiento nació en medio de una creciente turbulencia en la industria turística mundial, marcada por debates sobre prácticas sostenibles y un aumento del sentimiento antiturístico en varios destinos. En este contexto, ‘Lanzarote Loves Tourism’ se ha posicionado como defensor de los beneficios económicos y culturales que aporta el turismo a la isla.
La estrategia mediática del grupo ha tenido un éxito notable, obteniendo cobertura en los principales medios de comunicación británicos como The Mirror, Daily Mail, Express y The Sun. Estas publicaciones han amplificado el mensaje del movimiento al público del Reino Unido, un mercado clave para el turismo de Lanzarote.
Portavoz destaca éxito
Augusto Ferrera, portavoz de ‘Lanzarote Loves Tourism’, celebró el impacto mediático conseguido durante su campaña en Londres. “Los operadores turísticos están entusiasmados y esto ha generado un gran revuelo en Inglaterra”, dijo Ferrera.
Esta atención positiva refuerza la misión del grupo de defender Lanzarote como un destino acogedor y próspero para los visitantes internacionales.
Al formalizar sus operaciones, ‘Lanzarote Loves Tourism’ pretende garantizar un diálogo equilibrado sobre el futuro del turismo, abogando por un crecimiento sostenible y al mismo tiempo contrarrestando percepciones negativas que podrían amenazar la viabilidad del sector, como la gente que pregunta si es seguro visitar la isla.
Esta transformación de una iniciativa de base a una asociación organizada marca un momento crucial tanto para el movimiento como para la isla, posicionándolo como una voz proactiva para ayudar a dar forma al futuro del turismo.
